Es habitual que lectores de Mediterráneo hagan llegar a este diario distintas informaciones sobre hechos acontecidos en Castellón. Una vez concluida la Magdalena fueron varios los usuarios que a través de redes sociales nos enviaron imágenes de dos agresiones homófobas a un mismo joven durante las fiestas, por lo que nos pusimos en contacto con Ecodelantro, nombre artístico de la víctima. Su respuesta fue la siguiente: “Si salgo en el periódico me gustaría salir por mi actividad y mi talento como drag queen, no porque cuatro gilipollas me hayan pegado una paliza”. Así que de eso mismo trata este artículo, de la entereza, valentía, proyección y orgullo de este castellonense que pese a contar solo con 21 años atesora ya una dilatada trayectoria sobre el escenario.

Ecodelantro recuerda sus orígenes artísticos de la siguiente manera: “Con 16 años ya hacía de drag en mi casa. Me escondía en el baño para maquillarme de madrugada y poco a poco me fui atreviendo a subir alguna imagen en mis redes sociales”. Como es bailarín profesional, pues estudia danza desde que era un niño, un pub de Castelló, Oz, le propuso al alcanzar la mayoría de edad protagonizar un espectáculo: “Lo hice fatal, pero les encantó, así que me dijeron que me querían fija cada fin de semana y ahí sigo. De hecho, ahora al margen de actuar como drag también soy camarera en el mismo local”. 

Eco habla en primera persona indistintamente en masculino y femenino, y así se recoge en el texto. Él –o ella, como gusten-, lo explica así: “Soy no binario, no me siento ni hombre ni mujer, pero a la vez me siento las dos cosas”.

Eco, como le llaman sus amigos, lleva por tanto protagonizando distintos shows cada fin de semana en el citado pub de la capital de la Plana, aunque ha actuado en diversos puntos de la geografía autonómica y aspira a dar el salto a nivel nacional: “Me presenté al programa Drag Race y como tengo la espina clavada de no pasar el casting lo volveré a intentar el año que viene”. A nivel artístico el joven afirma que su espectáculo es bien distinto al de otras épocas: “Antes se ridiculizaba más el mundo drag, se tiraba más de humor. Yo apenas hablo en las performance, vamos más de súper estrellas, hacemos acrobacias y baile urbano; a lo Beyoncé”.

Sobre la situación del colectivo de drags en la provincia de Castellón, Eco afirma que “después de la pandemia ha habido una revolución. Ahora vemos a más gente joven y además hay mucho más trabajo”. El artista invita a su vez a disfrutar a sus espectáculos con la siguiente promesa: “Quien viene a nuestras fiestas, repite. Muchos piensan que en el colectivo estamos locos, que nos drogamos… pero cuando nos conocen nos dicen que las nuestras son las mejores fiestas del mundo”.

Entre sus múltiples proyectos, el joven de 21 años nacido en Portugal pero afincado en la capital de la Plana desde hace 13 años, se siente especialmente orgulloso de su house, una “pequeña familia de dos bailarinas y una costurera que hace los trajes que en el futuro nos gustaría protagonizar charlas queen, desfiles o fiestas temáticas. En Castelló no hay nada similar”. 

El episodio más desagradable

Eco, que también es “telonera del grupo de música Novio Caballo”, recuerda para concluir las dos agresiones a las que aludíamos en la entradilla: “Fueron durante la misma noche y es la primera vez que me pegan por ser como soy. Agresiones verbales había sufrido muchas, pero físicas, la primera”. Así lo recuerda: “Primero un chico me pegó un puñetazo en la ceja y me arrastró por el barro. Vino la ambulancia, me atendió y cuando me dirigí al centro de salud un grupo de borrachos en la Plaza Borrull me escupieron, al recriminárselo me tiraron al suelo y me dieron una paliza a raíz de la cual sufrí un derrame en un ojo. En media hora tuve que llamar a la ambulancia dos veces”. Eco asegura que Castelló “antes era una ciudad muy tranquila, pero ahora no sé qué coño está pasando porque a un amigo mío también le partieron el labio”. 

A causa de las heridas provocadas por esta segunda agresión tuvo que actuar con un parche en el ojo como vemos en el vídeo que acompaña este artículo, pero con la fortaleza que caracteriza a Eco, se sobrepuso, contó lo que le había pasado al público y recibió una merecidísima ovación a la que nos sumamos desde aquí: “Estaba mi madre entre el público y se emocionó. Yo también”. Y nosotros contigo.

Imagen de Eco junto a sus amigos drag. Con ellos, el espectáculo está asegurado.

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Imagen de Eco, que no pasa precisamente desapercibida en sus shows, cada vez más populares.