Los ánimos están muy caldeados en el Hospital General de Castelló debido a la asignación de nuevas plazas anunciadas por la Conselleria de Sanitat, quien ha intentando apaciguar la situación anunciando el adelanto de plazas extra de las que se preveían a partir de septiembre. El hecho de que el hospital de referencia de la provincia solo disponga de cerca de 120 de los más de 5.000 puestos ha generado una especie de revuelta entre el personal sanitario que ha llevado al equipo directivo a amargar con dimitir.
Una de las áreas más afectada por la pérdida de enfermeras y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería con contrato covid que no han visto su puesto consolidado en el reparto de Sanitat es Urgencias. Un servicio que estos días vive momentos de gran carga asistencial debido al aumento de casos de gripe tardía en plena primavera, así como al repunte de contagios de coronavirus.
«La presión de Urgencias se ha incrementado tras la pandemia y se están superando las 300 urgencias diarias», explicaron desde el centro hospitalario.
Según ha podido saber Mediterráneo, la situación es tal que esta semana hubo algún momento crítico en el que se tuvieron que habilitar sillones en los pasillos dado el volumen de pacientes. Esto ha provocado de forma puntual que haya habido que esperar horas para ingresar a pacientes al no haber camas disponibles, aunque desde el General señalan que la ocupación a mitad de la semana pasada estaba en un 73%.
Presión para la hospitalización
«Se ha retomado toda la actividad y esto hace que el hospital esté funcionando al 100% en todas las especialidades médicas y quirúrgicas y, ante este elevado volumen de urgencias, la presión para hospitalización aumenta», apuntaron desde el General.
La sobrecarga que sufren las Urgencias del General es una problemática que se repite de forma escalonada en el tiempo y que se debe también, como explican profesionales de este área asistencial, a la saturación que sufren los centros de salud de la capital de la Plana. Esto provoca que haya a muchos pacientes que recurran directamente a este servicio sin pasar antes por atención primaria.
Las obras en Urgencias van a ralentí por falta de suministros
Es una de las actuaciones sanitarias más ambiciosas de las proyectadas en la provincia de Castellón en los últimos años. El estallido de la pandemia provocó la paralización de un proyecto cuyas obras arrancaron el pasado mes de octubre. La ampliación y reforma del servicio de Urgencias del General se ha encontrado con un nuevo escollo que ha provocado que los trabajos se ralenticen de forma considerable, aunque desde el centro aseguran que no se han parado, aunque sí reconocen que avanzan más lento de lo previsto por cuestiones de la empresa adjudicataria, Vialterra.
«La actual coyuntura de falta de suministros y materias primas a nivel global es la que está afectando también a la actuación en Urgencias», indicaron desde el General, mientras que desde la constructora guardan silencio.
Este proyecto cuenta con una inversión total de 3.918.916,81 euros y un plazo de ejecución de 20 meses. Un periodo de casi dos años debido a que los trabajos se suceden sin paralizar el servicio asistencial que allí se presta, por lo que cualquier retraso es un problema añadido. De todos modos, desde Urgencias sí se han hecho algunos cambios en las consultas debido a las obras.
La actuación incluye tanto la reforma integral del actual servicio de Urgencias al completo como la remodelación puntual de parte del servicio de Farmacia, sobre todo en las zonas de dispensación de medicamentos, y recepción de pedidos.
Actualmente, este área dispone de una superficie de 1.700 metros cuadrados y, tras las obras, llegará a los 3.000. El objetivo es diferenciar la atención de urgencias generales, pediátricas y traumatológicas. Se creará un nuevo acceso principal y las zonas de observación permitirán una ocupación para la atención simultánea de hasta 59 personas, ganando capacidad.
