La gestión del agua en los hogares no se limita a abrir y cerrar los grifos o el correcto funcionamiento de los desagües. Una vez utilizado, este elemento debe pasar por el proceso de depuración. Un ciclo integral que implica costes y es susceptible de optimizarse. El director del área de Saneamiento y Depuración de la empresa Facsa, Luis Basiero, ha detallado en el transcurso del IV Foro del Agua cuáles son las actuaciones en las que trabaja la compañía, y ha expuesto ejemplos que son aplicables a todo tipo de instalaciones, desde las ubicadas en localidades pequeñas hasta grandes ciudades.

"La energía supone, según las estadísticas más recientes, del 20 al 35% de los costes de explotación de una planta de tratamiento de aguas residuales, una cifra que se ha disparado con los precios actuales, por lo que podrían estar en la actualidad entre el 50 y el 60%; por todo ello es tan relevante la optimización energética", detalló.

Para lograr una disminución de este gasto, con su consiguiente efecto beneficioso en el ahorro de recursos naturales y una reducción de los costes globales, Basiero mencionó que hay que evaluar "el tamaño de la planta, la ubicación y el consiguiente coste del transporte de las aguas hasta el punto de tratamiento o su diseño", por lo que las variables para introducir inversiones de ahorro son amplias.

"Hay que medir y controlar cada parámetro, con procesos con la gestión de los activos, el adecuado mantenimiento o el uso de energías renovables, como la solar", relató.

Casos en la provincia

En algunos casos, todas estas propuestas ya son una realidad. El responsable de Saneamiento de Facsa comentó el caso de la depuradora de Nules-la Vilavella, donde "una planta solar, el cambio de equipos de tratamiento de fangos y el cambio de equipos obsoletos nos ha hecho ahorrar en 15 meses el 50% del consumo energético". Algo a considerar con el actual precio de la electricidad.

Pero también se puede hacer en municipios más pequeños, como una instalación fotovoltaica en la planta de Benafigos-la Sarratella, que ha reducido el consumo en un 90%, o en Fuente La Reina y Castillo de Villamalefa

La compañía castellonense, que también opera en otros puntos de España, cuenta con otro hito en Sevilla. La depuradora de Copero, "que trata 100.000 metros cúbicos de agua al día". En este caso, se centran en las posibilidades de reaprovechamiento de los fangos procedentes del agua tratada, que permiten generar biogás. Con una planta de cogeneración "hay días en los que la planta está al 98% de autoconsumo y es prácticamente autosuficiente".

Inversiones

Para que estos ejemplos se extiendan a todas las depuradoras existentes en Castellón, Basiero comentó que es necesario apostar por las inversiones. "Ya sabemos que la inflación desincentiva las nuevas actuaciones, pero es un reto que hay que asumir". No en vano, el ciclo integral del agua supone, por hogar, un consumo de 120 kilovatios hora cada año. "Es el 4% del consumo eléctrico medio en los hogares españoles, que equivale a la media del consumo anual para ver la televisión en cada hogar", detalló.

Nuevas directivas

Relacionado con ello, hay otro desafío a tener en cuenta en los próximos meses, como es la aplicación de nuevas normativas para la reutilización de aguas para destinarlas a usos como el agrícola. Un campo en el que la Comunitat Valenciana se sitúa en los primeros puestos de España. La adaptación de los procesos supondrá cambios en el funcionamiento de las plantas, y su coste dependerá de la optimización energética y el uso de tecnologías lo más sostenibles posibles.