El real decreto ley prevé desmantelar las 188 que aún subsisten en la provincia

Las ‘neocabinas’ en Castellón: una nueva vida para la telefonía clásica

Los primeros teléfonos públicos en las calles ‘aterrizan’ en la provincia en 1967. Hoy algunos son ya tótems de información turística, cultural y social. Carga de móviles o intercambio de libros son otros posibles usos.

Evolución de las cabinas de teléfonos públicos en Castellón. Diferentes modelos y usos.

Evolución de las cabinas de teléfonos públicos en Castellón. Diferentes modelos y usos. / Mediterráneo / Gabriela Espinosa

Noelia Martínez

Noelia Martínez

Castellón

Para las generaciones actuales son toda una reliquia, un objeto desapercibido y sin sentido dentro del mobiliario urbano; pero en sus comienzos resultó vital para la comunicación de muchas familias que no disponían de teléfono fijo en casa. En Castellón todavía sobreviven en las calles 188 cabinas públicas --aunque no existe un mapa oficial de sus fechas ni de las últimas están aún operativas--. Pero la ley estatal prevé su progresiva desaparición. En pueblos del interior --como Vistabella, Atzeneta y Aín-- ya han apostado por reconvertirlas en tótems de información cultural, turística o de utilidad social. En otros países se utilizan para book-crossing (intercambio gratuito de libros) y en zonas de España como Andalucía hay proyectos piloto para emplearlas como puntos de recarga de teléfonos móviles. 

Cabinas antiguas, modelo Garza, en la provincia de Castellón.

Cabinas antiguas, modelo Garza, en la provincia de Castellón. / Fotos antiguas de Telefónica. Castellón

Un reto viral para radiografiar las cabinas

José Juan Sidro, miembro del Consejo Municipal de Cultura de Castelló y profesor de Secundaria y asociado de la UJI, ya jubilado, se ha documentado para relatar en su blog el origen de la pionera: «La primera en España se instaló en 1963, aunque se generalizó en el paisaje urbano y la vida cotidiana a finales de los años 60. En la capital de la Plana se inauguró el 16 de enero de 1967, un cargo del delegado en Castelló de la compañía telefónica, González Picó ; y el entonces alcalde Eduardo Codina que, para comprobar el buen funcionamiento del servicio, mantuvo una conversación con Miguel Ruiz , secretario municipal».Las diez primeras se ubicaron en las plazas María Agustina, Maestrat, Teodoro Izquierdo, Juan XXIII y de la Independència;

«Vi por televisión que iban a quitar las cabinas telefónicas definitivamente a nivel de España porque la compañía ya no se haría carga del mantenimiento. Escribí un post ya los lectores y amigos les propuse participar en un proyecto de búsqueda de las cabinas que conocieran aún en pie y si funcionaran en Castelló. Muchos se animaron y en la sección de comentarios colgaron incluso fotos», relata Sidro.

Pinchar para ver la FOTOGALERÍA de cabinas localizadas por seguidores de Juan José Sidro

De las fichas en la ranura a monedas y tarjetas prepago

En sus propios recuerdos de vida palpa una evolución muy grande en la telefonía. «En 40 años se han ido modernizando muy rápido. Recuerdo haber utilizado fichas incluso antes de las monedas para llamar, y luego monedas y posteriormente a tarjetas. Los primeros teléfonos públicos estaban en los bares. Para las cabinas, podrían comprar en el estanco las fichas, que eran como las pesetas rubias de ese color y tenían unas ranuras que encajaban en la del cajetín del teléfono.Según el tiempo que hablaron y lo lejos que era la conferencia ponías en la ranura siete, ocho o diez fichas, las que cabían y se iban consumiendo. Cuando acababas la conversación, las que sobraban volvían a caer. Igual con las monedas. Las más antiguas que recuerdo eran las cabinas como las de la película española, con puertecita doble que se plegaba. Eran de armadura de aluminio y cristal transparente. Pronto los vecinos usados ​​económicamente más débiles que no podrán tener fijo en casa y otros que, habiéndolo solicitado, por diversas circunstancias, no se les pudo atender con urgencia».

De la llamada en la cabina Garza al envio de SMS y e-mails

La propia compañía Telefónica explica que esta «famosa cabina llamó con puertas se modelo Garza», pero con el tiempo «desapareció para facilitar la accesibilidad de las personas con movilidad reducida y algunos terminales se adaptaron con altura reducida (100 m) y mayor longitud del cable del microteléfono. Con el tiempo, hay terminales que encontraron diversos medios de pago y servicios adicionales a la llamada, como envío de SMS y e-mail».

Cabina adaptada para personas de movilidad reducida en Castellón

Cabina adaptada para personas de movilidad reducida en Castellón / Mediterráneo

Robos, estafas con clip y sucesos

Telefónica fue motor laboral en la provincia y también prejubiló de forma temprana a muchos trabajadores. Javier Hurtado, del colectivo de Iaioflautas de Castelló, trabajó en Telefónica en la provincia. «Mi primer contacto con las cabinas fue en los años 1966-1967. Mi padre ya trabajó en Telefónica en Alzira en conservación de cabinas. Yo las recuerdo como las de la pelicula. Con doble puerta de muelle primero. Se limpiaban cada tres días. Y el doble cristal se quitaba de vez en cuando para poner la publicidad. Luego llegó el modelo abierto, donde la cubierta era redonda pero estaba a la intemperie», expone. Junto con otros exempleados castellonenses rememora anécdotas, me cuentan que el espantoso de averías eran por robo de cabinas. O por estafa para hablar gratuitamente usando un clip».

Sobre su propia función, agrega, «yo trabajó en la conservación dentro de la central y una de mis tareas era instalar el material especial suficiente para que una cabina en la calle funcionara. Recuerdo que trabajé en Castellón pero, cuando la pantanada en Tous, me pilló allí de vacaciones. Me presenté voluntario para poner en marcha todo lo que era la telefonía porque se había inundado todo y una de las primeras cuestiones era poner 20 cabinas tipo locutorio para que la gente pudiera llamar de manera gratuita a sus familiares. Monté toda la parte técnica y luego ayudé a otros compañeros». en su día a día, más de una vez, cuando había tormenta, supervisaba que no se hubiera inundado la central para que no se quedara incomunicado.

Cabina frente a la Estación de Renfe de Castelló (2022).

Cabina frente a la Estación de Renfe de Castelló (2022). / Javier Hurtado

Una caída de línea en un pueblo era otro motivo de aviso para acudir. Había muchas cabinas en los paseos marítimos llenos de turismo. Y en Castelló capital, en cada esquina. Ahora siguen pero desapercibidas porque ya no las necesitamos. Me sorprendió que una cerca de la estación de Renfe aún funciona. Alguien se encargará aún de mantenerla y de recaudar. Sobre su fin, opina que «si estuviera la red de cabinas de antaño, yo las convertiría todas en Puntos Violeta. Seria util en caso de pedir auxilio y disuasorio. No es complicado ni difícil porque el cable está. Solo seria activador un pulsador. Aunque es cierto que los móviles también lo permiten», reflexiona.

Experiencias piloto en Vistabella, Atzeneta y Aín

Vistabella (2022).

Vistabella (2022). Es uno de los pioneros en Castellón en dar un nuevo uso informativo a la cabina. / Mediterráneo / N. M.

De nuevos usos para las cabinas hay experiencias piloto en Vistabella, Atzeneta o Aín. El alcalde de Atzeneta, Santiago Agustina, cuenta que pidió a Telefónica la cesión. «Ahora es punto de información: un lateral muestra la programación cultural o deportiva mensual; otra, fija, de las rutas de turismo de montaña; y se va actualizando. Nos dio miedo dejarla abierta por el vandalismo y se cerró, el interior apenas guarda productos de limpieza para la cabina y su entorno. Vimos la idea en Vistabella, donde también está en zona de paso, frente a la iglesia, en la plaza, por lo que para información turística es ideal. Nos preguntó por la iniciativa Turisme de la Comunitat. Valoramos si colocamos una pantalla en el interior pero es un espacio muy reducido», añadió. En su pueblo llegó a haber dos cabinas, pero una, cedida por Diputación, estaba en una zona apartada y se quitó porque solo servía para vandalismo. En los bares antaño había teléfonos públicos, de monedas, en casi todos; y en los núcleos habitados, como Meanes, o al Cap del Terme, había una masía con cabina pública dentro. Y antes, el teléfono de pasos y arreglo a los pasos que tenía que pagar: si había gastado 25, que eran a dos pesetas, pues 50. El último boom de uso de cabinas aquí fue con la llegada de la población de Rumanía, al llamar a sus familias.. El diputado de Desarrollo Rural, Santi Pérez, reconoce que en los pueblos del interior se ha impuesto el móvil. «Si hace siete años algún vecino usaba la cabina, acabó al comprarse un móvil de tarjeta de los de recarga». 

Atzeneta del Maestrat (2022).

Atzeneta del Maestrat (2022). Luce información turística y cultural, y en su interior, productos de limpieza. / Mediterráneo

Aín (2022).

Aín (2022). El ayuntamiento la usa para difundir información de interés, como bandos o carteles de fiestas. Está en un sitio de paso, en la plaza G. Barón. / Mediterráneo

¿Por qué se prevé un plan de desmantelamiento?

Telefónica apunta que los nuevos usos de las cabinas «son un tema que depende de cada ayuntamiento". Hay quien quiere retirarlas todas porque piensa que afean las calles y otros quieren conservarlas por considerarlos objeto de museo. " Es algo que se va a ir viendo poco a poco y de forma personalizada», señalando desde la compañía. El 1 de enero del 2022 expiró la designación de Telefónica como operador encargado del elemento del SU de cabinas realizadas por Orden Ministerial. Esto no supone la eliminación de esta obligación de Servicio Universal, la misma seguirá existiendo, pero no habrá un operador designado. El plan oficial de retirada, cuándo y cómo, solo llegará cuando entre en vigor la ley (en previsión para este primer semestre del 2022, pero sin fecha definitiva de baja). Mientras, del mantenimiento se encarga su filial, Cabitel.

Un uso mínimo, de una llamada cada dos días

En los últimos tiempos el uso era mínimo: de una media de 0,5 llamadas al día, es decir, una cada dos días. Más de la mitad de ellas, no registran ni una al año; aunque ligeramente más las enclavadas en puntos turísticos. A petición de la administración local correspondiente, algunas cabinas se han retirado, aunque de ese modo el número total de cabinas quede por debajo del mínimo que establece el Real Decreto. Telefónica no puede hacer una iniciativa propia, aunque estas cabinas no se registren ni una sola llamada en meses o años. El Real Decreto 726/2011 de las telecomunicaciones establece que debe haber al menos una cabina en los municipios de más de 1.000 habitantes, con una exigencia de un teléfono adicional por cada 3.000 habitantes.Desde 2011, el gobierno ha ido prorrogando año tras año el Real decreto, manteniendo vigente la necesidad de que un determinado número de teléfonos públicos. El Gobierno ha de valorar si mantiene esa decisión.

El móvil puso todo patas arriba en 2006 y propició otro orden

La irrupción de la telefonía móvil (en 2006 ya se registraron más líneas de teléfonos móviles que habitantes) y de las tarifas planas supuso su caída en desuso. De hecho, según la CNMC, el 88% de la población española actual reconoce no haber usado nunca una cabina, que hace muchos años desaparecieron en países vecinos a España.  Por ello, el Gobierno, ha decidido poner fin a la obligatoriedad de su mantenimiento, según el anteproyecto de la Ley general de Telecomunicaciones cuya aprobación se realizó el segundo semestre de 2021 . Año tras año, el concurso publicado en el BOE para la prestación de este servicio perderá desierto, lo que obligaba a Telefónica a alo y por este motivo la propia CNMC llevaba años solicitando el fin del servicio.Hasta el 31 de diciembre de 2021 estuvo vigente la Ley general de Telecomunicaciones que obliga al mantenimiento de las cabinas. De momento, no hay ningún plan previsto general de retirada, ni de nuevos usos, ni de almacenamiento para este 2022.

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