La reciente incorporación a la Policía Nacional de 57 agentes oriundos de la provincia -que aprobaron las oposiciones en sus últimas convocatorias y ahora se encuentran en la escuela nacional de Ávila o en su primer destino- dará estabilidad a las mermadas plantillas de Castelló y Vila-real. Así lo han explicado fuentes sindicales a Mediterráneo tras publicar días atrás este rotativo que en la provincia había un policía nacional o guardia civil para cada 316 habitantes, según datos de la Delegación del Gobierno en la Comunitat.
La consolidación del Grado en Criminología en la Universitat Jaume I y la precariedad laboral actual han aumentado el interés de los jóvenes castellonenses por unirse a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. «Hasta hace muy poco los policías nacionales de Castellón representaban solo un 25% de la plantilla provincial. Lo normal era recibir a agentes de Galicia, Murcia o Andalucía, entre otros lugares, y que luego algunos de ellos se asentaran aquí, mientras otros pedían el traslado en cuanto les era posible», recuerdan desde la Unión Federal de Policía.
En concreto, las dos comisarías del Cuerpo Nacional de Policía se habían convertido en los últimos ejercicios en destinos «de paso», según denuncian representantes sindicales, hecho que debilitaba la organización de las unidades.
Los sindicatos confían en que un mayor número de policías naturales de Castellón se traduzca «en cuestión de meses o pocos años» en agentes que quieran permanecer en la comisaría provincial de la calle Río Sella o en la de Vila-real «de forma permanente».
Cabe recordar, además, que la actual plantilla es de 305 efectivos en la capital de la Plana -cuando el catálogo cifra lo adecuado en 340-, 70 en Vila-real -están marcos 101- y 70 en la Unidad Adscrita a la Policía de la Generalitat Valenciana -deberían ser 85-. Ello deja un déficit de 85 policías nacionales para Castellón.
Especialmente delicadas son la situación de la brigada de Extranjería, que se encarga del aeropuerto, el puerto, las expulsiones y las solicitudes de asilo -incrementadas por la guerra de Ucrania-; así como de la Policía Judicial, que tenía más de 70 integrantes y ahora cuenta con unos 50 tras reforzarse Seguridad Ciudadana. Mermado está también el Grupo de Investigación Teconológica.
