CUMPLE SU COMPROMISO TRAS DOS MESES

La Generalitat pone por fin un vigilante en la finca con okupas del Raval de la UJI

La Conselleria hará nuevas adjudicaciones tras el desalojo de vecinos conflictivos

El nuevo vigilante hace una ronda por el garaje de la finca de la calle Joaquín García Girona.

El nuevo vigilante hace una ronda por el garaje de la finca de la calle Joaquín García Girona. / MANOLO NEBOT

CASTELLÓN

El edificio ubicado en el número 15 de la calle Joaquín García Girona de Castelló cuenta, por fin, desde ayer con seguridad privada para intentar atajar los problemas ocasionados por los okupas que han tomado ilegalmente ocho viviendas del edificio, titularidad del Consell y gestionado por la Conselleria d’Habitatge, a través del Evha. Varios residentes mostraron a Mediterráneo este miércoles los daños causados en puertas y buzones, entre otras zonas comunes, y hablaron de «abandono» por parte de la Generalitat, aduciendo que incumplía la promesa de poner un vigilante que hicieron a principios de año.

Pues bien, ayer comenzó el servicio de vigilancia en la finca, como pudo presenciar este rotativo. Además, el bloque público cuenta también con una placa en el aparcamiento en la que se advierte de que es un recinto vigilado por la empresa Asegura Control.

Imagen del cartel instalado en el cercado de la finca en cuestión.

Imagen del cartel instalado en el cercado de la finca en cuestión. / MANOLO NEBOT

El Consell responde

Así lo anunció por la mañana el secretario autonómico de Vivienda, Alejandro Aguilar, en conversaciones con este periódico. «El objetivo es poner fin a los comportamientos incívicos y que en las viviendas okupadas haya una intervención social y judicial para que el resto de los residentes puedan vivir de forma tranquila», contó a este diario. Asimismo, explicó que el nuevo vigilante será «la persona de referencia» para los vecinos y que el trabajador peinará las zonas comunes, estará en contacto con los inquilinos y se asegurará de que en el edificio se restablezca el orden. También podrá, según incidió Aguilar, tomar nota de los daños en el inmueble para su posterior reparación.

Asimismo, el secretario autonómico afirmó que «en las próximas semanas» se va a proceder a adjudicar nuevas viviendas en la finca y a desalojar algunas de las que hay tomadas por la fuerza, «cuyo procedimiento judicial está en marcha y sigue su curso».

En este sentido, Aguilar aseveró que los problemas comenzaron cuando un inquilino con contrato asequible medió con familiares suyos para que okuparan inmuebles en el número 15 de García Girona de forma ilegal.

Reacción de los vecinos

Los vecinos celebraron ayer la incorporación del vigilante tras dos meses de retraso --recuerdan que el Consell prometió que estaría supervisando las zonas comunes en marzo-- y reconocieron que su presencia daba «cierta sensación de seguridad». Sin embargo, recordaron que todavía hay muchos desperfectos por reparar en el edificio, que este miércoles llegaron a calificar de «tercermundista». 

Los problemas de okupación han despertado numerosos conflictos recientemente en diferentes zonas de la provincia. En Castelló se han denunciado problemas de convivencia vecinal en la calle Dean Martí, en el paseo Morella y durante las pasadas fiestas de la Magdalena en un edificio tomado íntegramente por okupas, en la calle Marqués de Salamanca, tuvo lugar incluso un crimen. Un hombre habitual de la finca acabó, presuntamente con la vida de otro a golpes, y acabó en prisión provisional por orden de la jueza.

Cabe recordar el caso de un edificio de la plaza de los Dolores de Benicàssim, tomado casi íntegramente por okupas y en el que tuvieron que intervenir tanto la Guardia Civil como la policía por el crispado clima vecinal.

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