ESTOS SON LOS PRINCIPALES GASTOS
Vuelven las comuniones libres de restricciones a Castellón
El comercio y la hostelería reactivan la demanda. Desaparece la mascarilla y los aforos. Pero en algunas iglesias se entra con invitación para cumplir con el aforo del 100% "pero sentados"

Una niña, durante una prueba del vestido de Comunión en una tienda de moda de Castelló. / GABRIEL UTIEL BLANCO

Mayo vuelve a concentrar las comuniones en Castellón, ya sin restricciones ni límite de aforos y aunque la inflación ha encarecido ligeramente los costes, las familias han recuperado la ilusión y han vuelto a invertir en estos eventos. La horquilla de gasto oscila entre los 3.000 y los 9.000 euros, «a niveles prepandemia, del 2019», con una media de 3.500 euros (entre vestuario, complementos y banquete). Así lo destacan desde la Unión de Consumidores de la Comunitat, cuyo secretario general, Vicente Inglada, explica que «en grandes capitales se ha visto una reducción de celebraciones, salvo en Castellón, una provincia donde el arraigo cultural se mantiene muy vivo en las pequeñas poblaciones y se siguen destinando más recursos». «A raíz de la situación económica y el alza de precios de ciertos productos de hasta un 20%, sí hay quien opta por trajes más económicos, por menos regalos o recortar invitados», manifestó Inglada.
Era poscovid: Misa solo con invitación para evitar multitudes
Las comuniones de este 2022 vuelven todas a mayo --en un calendario que se prolonga hasta el 19 de junio, domingo del Corpus Christi-- y lo hacen sin mascarilla obligatoria y sin aforo. Sin embargo, desde la diócesis recuerdan que el aforo al 100% en los templos solo contempla las personas que caben sentadas en los bancos y no se incluyen las que pueden permanecer de pie, de hecho, nadie puede estar en los pasillos, laterales o el fondo de las iglesias, como explicó el delegado de Comunicación de Medios Sociales, Héctor Gozalbo. Por ello, en ceremonias multitudinarias con más de una veintena de niños y niñas para tomar la Comunión, como es el caso de la iglesia Arciprestal de Vila-real, se ha tomado como medida repartir un número determinado de invitaciones por familia, las mismas para cada niño o niña que recibe el sacramento. De este modo, se evitan aglomeraciones y se vela porque se cumpla el aforo al 100%, sin límites --pero sentados--; mientras el resto de invitados espera fuera. En el interior la mascarilla no es obligatoria y, por ejemplo, algunos sacerdotes optan por no llevarla puesta en el altar, donde están solos, pero sí la utilizan en el momento en el que los fieles se acercan a comulgar y ya no se pueden guardar distancias, por prevención. También se ha visto idéntica casuística en celebraciones recientes como las romerías por diversos pueblos del interior de Castellón, cuando en ermitas de tamaño reducido el sacerdote que oficiaba la misa invitaba a utilizar el cubrebocas durante la eucaristía a los participantes, por el mismo motivo, como consejo en prevención por el covid-19.

Gasto en comuniones / Mediterráneo / Gabriela Espinosa
Moda y joyas
Textil (ceremonial), complementos, joyerías, peluquerías, centros de estética, fotógrafos, de regalos, librerías y papelerías --con listas-- han notado «un incremento de la actividad», según la patronal del comercio. La campaña está siendo más que positiva, no solo por comuniones, sino por «graduaciones, bautizos, bodas...». Los eventos sociales vuelven a la carga y desde hace un par de meses, se nota. En la tienda de moda infantil de Castelló, Pistatxo, tienen todos los días pruebas de trajes de Comunión. Arantxa Cabedo, al frente, explica cómo se ha recuperado la venta de trajes de Comunión y para invitados. «Sí, estaremos al nivel de los años previos a la pandemia, del 2019. En tendencias, se busca el color verde agua para los complementos, con un estilo romántico y sencillo», declaró. En Mia Mio joyeros, de Castelló, una de sus socias, Vicenta Gómez, también constata la recuperación. «La demanda para comuniones se ha concentrado más en mayo, porque en el 2021 muchas se pospusieron entre agosto y septiembre, más repartidas. Estos son nuestros meses buenos y se está notando en la venta», valoró. La clientela, para niña, suele comprar el aderezo (pendientes y sortija) y cadena y medalla o cadena y cruz, «por unos 1.500 euros, si lo adquieren todo». «Para los niños, el gasto es menor, a partir de 500 y 600 euros, por cadena y cruz, más un reloj, pues el sello ahora se vende menos», añadió.
Unión de Consumidores: "El 80% de familias se gasta en la comida de comunión 50-60 euros por persona en el menú"
Recuperación después de dos años
Para Confecomerç Castellón, según destacó la secretaria general Tere Esteve, el sector se encuentra «esperanzado» tras recuperar las familias el consumo en este tipo de eventos. «Los establecimientos de trajes de ceremonia están vendiendo el equivalente al 2019, que fue un buen año. Se retoman celebraciones aplazadas por la pandemia, si bien en comuniones hay un menor índice de niños y niñas, quizás por la menor continuidad de esta tradición religiosa», señalaron.
Para Esteve, «después de dos años, las familias anhelan recuperar este tipo de eventos y los comercios se vuelcan para ayudar a los clientes en todos los preparativos, con atención personalizada. La pandemia castigó mucho al sector ceremonial, y ahora el nuevo escenario allana su reactivación».
Consejos: comparar presupuestos
El delegado de la Unión de Consumidores en Castellón, Juan Carlos Insa, analizó que «se aprecia una recuperación de los eventos precovid, si bien es evidente que el aumento de costes por la inflación influirá en la decisión de las familias sobre el tipo de celebración, con contención del gasto». «Es clave elaborar un presupuesto previo y acorde a la economía familiar para no endeudarse. Y comparar ofertas y establecimientos, valorando la relación calidad-precio», dijo.
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