La sostenibilidad ya no es una opción, sino un requisito para asegurar la viabilidad de las empresas a largo plazo; los fondos europeos son una oportunidad para acelerar esa necesaria reconversión; y convendría unificar la normativa medioambiental a nivel mundial para no perder competitividad durante el proceso. Estas fueron algunas de las conclusiones que deparó el encuentro anual de la sección española de Women’s International Shipping & Tradind Association (Wista), que se celebró este viernes en la sala Varadero del Grau.
En la cita, y bajo el título Hacia puertos sostenibles. Retos y oportunidades, numerosos expertos de la administración pública y la empresa privada analizaron los retos presentes y futuros del sector marítimo y portuario. «La conciencia medioambiental ha crecido de manera considerable en las empresas durante los últimos cinco años, pero aún queda mucho por hacer», indicó al respecto Fernando Giménez-Gervós, CEO de Ecco-Freight Transport Services. «Cada vez el empresariado es más consciente de que la sostenibilidad aporta un valor añadido enorme, una diferenciación para posicionarse en el mercado», añadió.
«Una realidad imparable»
En base a su experiencia profesional, Giménez-Gervós distinguió tres tipos de empresas a día de hoy. «Las que honestamente hacen todo lo posible para ser sostenibles, las que piensan que dando un barniz verde pueden presentarse como sostenibles, y las que directamente pasan. Yo soy optimista: el interés va creciendo porque es una realidad imparable y quien no se preocupe quedará fuera de mercado».
En ese sentido, varios de los ponentes destacaron los costes que genera ese compromiso medioambiental: «La sostenibilidad es cara». Jorge Alvargonzález, director comercial de Ership advirtió de que «al aplicar medidas medioambientales se reduce la velocidad de las operaciones y nuestros clientes no llegan donde clientes de otros países sí llegan». «Nosotros lo estamos haciendo bien, pero se tiene que llegar a un acuerdo internacional para que estos países también cumplan» en el sentido medioambiental. «España y Portugal están perdiendo muchas oportunidades de negocio», lamentó Alvargonzález.
Como oportunidad asomaron también, es las diferentes conversaciones, los fondos europeos Next Generation que permitirán aceleran esa reconversión medioambiental que, como destacó Ana Karen Zapata, jefa de operaciones de Climatetrade, «los jóvenes nos van a exigir cada vez más».
La economía azul
Esta exigencia, quedó claro, está cada vez más presente en cada paso que se da, tanto a nivel público como privado. Se trata de un sector que debe ser crucial en la provincia de Castellón, en el marco de la llamada economía azul que, como destacó Mercedes Pardo, directora del Instituto Marítimo Español, suma 260.000 empleos en España, y tiene «expectativas de crecimiento muy altas».
En la cita, que clausuró Benito Nuñez, director general de la Marina Mercante, también participaron diferentes ejecutivos, como Roser Herrero, responsable de Economía Circular de UBE, entre otras, que explicaron las políticas medioambientales de sus empresas. Por la tarde, los asistentes visitaron las instalaciones de Porcelanosa.
El «momento interesante» del puerto de Castellón
La concejala de Empleo en Castelló, Patricia Puerta, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Rafa Simó, fueron, junto a la presidenta de Wista Spain, Rosana Velasco, los encargados de inaugurar el encuentro.
Simó destacó en su parlamento el «momento interesante» que vive PortCastelló: «Interesante porque tenemos ya en la rampa de ejecución los accesos ferroviarios, interesante porque vivimos un momento de reconversión necesaria con la sostenibilidad, la transformación digital y la transición energética, e interesante porque en un momento donde el apetito inversor privado y la relocalización de industrias es una realidad, el proyecto Octopus va a poner casi un millón de metros cuadrados de zona portuaria a disposición de cualquier interesado en desarrollar su proyecto en PortCastelló».
Puerta, por su parte, señaló el necesario «consenso» para «buscar un equilibrio entre el progreso económico, la sostenibilidad y el bienestar social», valores esenciales para «la prosperidad».
