El Periódico Mediterráneo

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ahora se ha tratado en 11 municipios frente a los nueve de la anterior vez

Los vuelos antimosquitos en Castellón llegan a menos extensión que en el 2021

Las recientes fumigaciones aéreas abarcaron solo 700 hectáreas frente a las 1.700 de septiembre

Un técnico realizando labores de limpieza en balsas de Moncofa para evitar la proliferación del mosquito tigre. MIGUEL SÁNCHEZ

El aluvión de quejas vecinales por las molestas picaduras de los mosquitos en el litoral de la provincia de Castellón, como viene informando Mediterráneo, evidencian que las fumigaciones aéreas realizadas la semana pasada en la costa no han surgido, de momento, un efecto claro para mitigar la plaga que este año se ha adelantado debido a la enorme cantidad de agua encharcada, tras las abundantes lluvias caídas, y a las altas temperaturas de estos días más propias del verano. 

Hay un dato que resulta más que llamativo, en los tratamientos aéreos del miércoles y jueves de la semana pasada se abarcó una extensión de 700 hectáreas de marjal, mientras que en los vuelos que se realizaron el pasado mes de septiembre la superficie tratada fue de 1.700 hectáreas, lo que supone más del doble, a pesar de que las acumulaciones de agua eran menores a las registradas ahora. Solo el parque natural del Prat de Cabanes-Torreblanca, que supone un verdadero foco de reproducción de mosquitos debido a sus características, mide más de 800 hectáreas.

A pesar de que la superficie ahora ha sido mucho menor se ha tratado desde el aire en 11 municipios, Almenara, la Llosa, Xilxes, Moncofa, Nules, Castelló, Benicàssim Orpesa, Torreblanca, Cabanes y Peñíscola, lo que supone dos más que en la anterior ocasión cuando Benicàssim y Castelló se quedaron fuera por carecer de los planes de vuelo, según explicaron entonces desde Diputación.

Burriana y Almassora se quedan fuera

Tanto en septiembre como ahora Burriana y Almassora no han entrado dentro de la fumigación desde el aire por la cercanía de las viviendas con las zonas a poder tratar, en el caso de la segunda de estas localidades. Y es que la normativa establece que deben estar a más de 50 metros de distancia.

¿De quién depende decidir la extensión a fumigar?

La decisión de fumigar ahora menos extensión de terreno corresponde, según informaron desde la institución provincial, a la Conselleria de Sanitat, que es quien decide dónde se puede volar, pero desde el departamento de Miguel Mínguez difieren. «En la autorización para el tratamiento se indica específicamente cuales las zonas para las que se solicita dicho tratamiento. La Dirección General de Salud Pública solicita informe de situación a expertos en entomología que , tras el análisis de las zonas solicitadas, dictaminan la necesidad o no de tratar». En este caso, Salud Pública «autorizó todas las zonas solicitadas por la Diputación excepto Burriana donde el criterio técnico de los entomólogos indicó que ni el terreno estaba tan inundado como para impedir el tratamiento terrestre, ni habían en la zona larvas suficientes que justificaran dicho tratamiento».

En cuanto al tema de la periodicidad, la diputada de Medio Natural, María Jiménez, remarcó que, en los años anteriores, solo fue necesario acometer un vuelo anual, pero las previsiones con las que estamos trabajando ponen de manifiesto que es probable que este año haya que incrementar el número de actuaciones aéreas».

Consejos frente a los mosquitos. Mediterráneo

Los municipios intensifican los tratamientos urbanos

Los ayuntamientos son, en primer lugar, los competentes para hacer frente a la plaga de mosquitos. De ahí que en Moncofa, Nules, Burriana, Benicàssim, Almassora o Castelló se hayan intensificado los tratamientos terrestres en las zonas urbanas en los últimos días para intentar aplacar la plaga. De este modo, mientras la Diputación se encarga de tratar en las zonas de marjal, las concesionarias del servicio están incrementando las jornadas de tratamiento, tras el aumento de las quejas vecinales, por ejemplo, en la Marjaleria de Castelló o en Benicàssim.

En el caso de la capital de la Plana, el concejal de Residuos Urbanos, Ignasi Garcia, recalcó que también están interviniendo en el área rural para reforzar los trabajos que realiza la Diputación ante la problemática en la Marjaleria. «Tanto desde el Ayuntamiento como desde la Diputación hemos incrementado los contratos para hacer frente a esta plaga. En Castelló no solo hemos incrementado un 10% el contrato si no que estamos haciendo contratación extraordinaria para duplicar esfuerzos», explicó Garcia, quien instó a Sanitat a no dejar solar a la administración local «porque debe de entender que es una plaga y trabajar para relajar exigencias y facilitar y coordinar acciones».

Ayer la Asociación de Vecinos Benicàssim Sur pidió a las Administraciones «coordinación y contundencia contra la plaga de mosquitos que nos asola». El colectivo tildó la situación de «catástrofe, ya que no sólo provocan molestias tremendas a los vecinos, es que se puede convertirse en un problema de salud pública y está perjudicando de forma muy notable a los negocios hosteleros de la zona».

El agresivo mosquito de marjal

Es el principal responsable de las picaduras que se están produciendo en los municipios de costa. Se trata del conocido como mosquito de marjal, que actúa con mayor virulencia que el común, provocando consecuencias muy similares a la especie tigre. Y es que a su paso deja agresivas lesiones. Actúa durante el día y se desplaza varios kilómetros, a diferencia del tigre cuyo radio de actuación es mucho menor y se localiza en entornos más urbanos. Además, pica incluso por encima de la ropa, provocando grandes molestias.

Los expertos recomiendan evitar perfumes intensos, usar mosquiteras y el aire acondicionado, apagar las luces, evitar los colores oscuros y brillantes, usar repelentes, y no ir a áreas donde los insectos acuden: cubos de basura, balsas con agua o jardines en flor.

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