El Consell pretende agilizar la llegada del bono joven de alquiler dirigido a la población juvenil que, pese a ser bien recibido por el colectivo, «no solucionará la precariedad» que sufre, reconocen.
La Conselleria de Vivienda pretende resolver de forma continua las solicitudes una vez se abra el plazo de solicitudes, lo que está previsto que se produzca durante este mismo mes de mayo, tras la presentación del decreto autonómico y su posterior publicación «en breve» en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
Así se pondrá en marcha la medida anunciada en enero por el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, cuya gestión recae en las comunidades autónomas y que prevé beneficiar a cerca de un millar de jóvenes menores de 35 años en la provincia.
Ayudas de concesión directa
La directora general de Emergencia Habitacional y Función Social de la Vivienda, Pura Peris, avanzó a Mediterráneo que las ayudas seguirán la fórmula de concesión directa y «se otorgarán conforme entren las solicitudes para agilizar al máximo, ya que así no hay que aguardar a que todos tengan baremación».
La responsable autonómica aclaró que se podrán beneficiar de la ayuda las personas que abonen un alquiler y que, además del requisito de la edad, cumplan con otras cuestiones como no superar el valor de tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), dispongan de ingresos por cuenta propia o ajena y el coste mensual del arrendamiento no supere los 600 euros, con algunas excepciones que se están ultimando en estos momentos.
La Generalitat ha instado al Gobierno, dentro de la comisión de seguimiento del plan, a ampliar el precio máximo del alquiler que se puede acoger a las ayudas para jóvenes en ciudades donde el mercado de vivienda se encuentra más tensionado, como Alicante, València o Castelló.
La propuesta de la Conselleria de Vivienda va en línea con lo estipulado en sus ayudas, que aumentan el importe límite hasta los 770 euros en València y hasta los 680 en las otras dos capitales de provincia. Otra cuestión que se ha trasladado al ejecutivo estatal consiste en incrementar la renta máxima en los casos en los que existan varias personas convivientes que compartan el alquiler, pues resulta más fácil entonces superar el umbral máximo de tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).
No obstante, con el objetivo de «fomentar la emancipación», también podrán acogerse los jóvenes que aún no hayan firmado un contrato de alquiler y estén en condiciones de hacerlo en un plazo inferior a los dos meses.
«Hemos hecho un intenso trabajo para poner en marcha las ayudas cuando antes, aunque la tramitación es compleja», señaló Peris, quien afirmó que una vez se conceda el bono será por un periodo de dos años y se aplicará retroactivamente desde enero.
El plazo para la presentación de solicitudes se alargará hasta el 31 de octubre, tras su activación previsiblemente esta misma semana, según apuntaron desde la administración autonómica.
«Está bien ayudar en los alquileres, pero lo fundamental es atacar la baja calidad del empleo»
Colectivos de jóvenes de la provincia, como el Consell de la Joventut de Castelló, ven con buenos ojos la iniciativa, aunque puntualizan que no resuelve el problema central. Su presidente, Miguel Marí, valora que el bautizado como bono joven «sirve como un complemento, pero no soluciona la precariedad de la gente joven, que es la que impide realmente acceder a disponer de una vivienda propia». «Está bien ayudar en los alquileres, pero lo fundamental es atacar la baja calidad del empleo», incide.
