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ECONOMÍA

El déficit de camareros se agrava en Castellón y el Gobierno acusa al sector de pagar poco

La provincia es una de las zonas del país donde hay más vacantes por cubrir para este verano

Una camarera limpia unas mesas en la terraza de un restaurante. F. CALABUIG

La voz de alarma que desde hace semanas vienen lanzado empresarios de Peñíscola, Alcossebre, Orpesa o Benicàssim va adquiriendo mayor dimensión conforme se acerca junio. En menos de un mes comienza la temporada alta turística y, a estas alturas, en muchos bares y restaurantes de la costa todavía no tienen claro sin van a poder abrir. Y los que sí van a hacerlo creen que tendrán que reducir mesas y horarios. ¿El motivo? La falta de personal, sobre todo camareros y cocineros, que este año es más grave que nunca. 

Aunque no existen datos oficiales, tal y como publicó este rotativo, las estimaciones que manejan las distintas asociaciones de empresarios de la provincia revelan que, en estos momentos, el sector turístico tiene más de 2.000 vacantes por cubrir. Y la situación es tan desesperante que hay locales de Alcossebre u Orpesa que ya se han puesto en contacto con ayuntamientos de otras provincias para reclutar personal. «Ya no sabemos qué hacer. Hemos puesto anuncios, creado una bolsa de trabajo... pero la respuesta ha sido cero», se quejaba ayer el propietario de un restaurante de Orpesa.

Los empresarios ya no saben a qué puerta llamar y a las empresas de trabajo temporal (ETT) también les está costando cubrir vacantes. Randstad, por ejemplo, acaba de lanzar 1.000 ofertas de empleo en la hostelería para cubrir empleos en toda España. Y Castellón aparece como unas de las provincias que más profesionales demanda junto a Madrid, Barcelona, Alicante, Sevilla, Málaga, Valencia, Canarias y Baleares.

Y, ¿cuáles son los requisitos que se exige a los trabajadores interesados en esas ofertas? Entre los principales destacan «compromiso con el puesto, disponibilidad inmediata para incorporarse lo antes posible y cierta experiencia en el sector», describe Silvia Cabanes Menero, directora de la oficina de Castellón de Randstad.

Una solución sencilla

Los empresarios y las ETT buscan a la desesperada mano de obra para este verano y el Gobierno tiene muy claro que si un restaurante no encuentra personal es porque ofrece sueldos muy bajos. El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, aseguró ayer que el problema del déficit de camareros tiene fácil arreglo. «La solución es sencilla: Pagar adecuadamente, cumplir con los descansos y las jornadas y permitir la conciliación de la vida laboral y la familiar. Estoy convencido que cuando eso pase las vacantes se esfumarán como la espuma»», declaró el número dos del Ministerio de Trabajo tras la reunión que mantuvo con patronal y sindicatos para tratar la falta de vacantes sin cubrir en la economía española.

El secretario de Estado de Empleo opina que la clave para paliar la falta de camareros está en las condiciones laborales y no es la primera vez que un dirigente político responsabiliza a los empresarios de la hostelería de que los trabajadores den la espalda al sector. Hace justo un año, Enric Nomdedéu, secretario autonómico de Empleo y director general de Labora, aseguraba que detrás de la falta de camareros en Castellón estaban los «abusos de un sector que lidera el ranking de horas extraordinarias no pagadas». Unas declaraciones que entonces indignaron a la patronal Ashotur, que le acusó de «falta de respecto». 

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