La segunda podía ser la vencida y, finalmente, así ha sido. El Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (Scopaff) acaba de dar luz verde a la aplicación del tratamiento en frío (cold treatment) para las importaciones de naranja de Sudáfrica y países limítrofes. Así lo ha confirmado el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien en un twuit se ha congratulado del gran paso adelante que supone la aprobación de la medida. "Gran paso adelante para nuestros productores en la #UE. El Comité Permanente ha aprobado hoy el tratamiento en frío para la importación de #cítricos. Mi agradecimiento a la #ComisiónEuropea por el trabajo en la aplicación de la nueva normativa de #SanidadVegetal", ha dicho el ministro. Aunque la noticia es positiva, habrá que esperar a conocer al detalle la letra pequeña de lo que acaba de aprobar Bruselas

Tras el fiasco del pasado viernes, cuando la Comisión Europea traicionó a la citricultura española al retirar la aplicación del tratamiento en frío, ahora sí Bruselas da un paso adelante y se alinea con los intereses del sector español, que lleva años reclamando medidas para evitar que entren plagas como la falsa polilla, que podría ser letal para los naranjos de Castellón.

Intensas negociaciones

La decisión de debatir y aprobar la aplicación del tratamiento en frío llega después de la ofensiva lanzada por el sector citrícola de Castellón, la Generalitat Valenciana y, sobre todo, el Gobierno. Y es que en los últimos días la agenda del ministro de Agricultura, Luis Planas, ha sido frenética. A la reunión del lunes con la comisaria de Sanidad y Salud Alimentaria, Stella Kyriakide, se sumó ayer el encuentro con Henk Staghouwer, su homólogo en los Países Bajos (este país, junto a Alemania y Sudáfrica, han presionado a la UE para que la medida no salga adelante), y su participación en la reunión de ministros Agricultura. 

En ese encuentro, Planas puso el acento en las consecuencias de las plagas para el sector agrícola y ganadero y en su «tremendo impacto económico», y subrayó que «siempre es más barato prevenir que curar». También llamó la atención sobre «el tremendo impacto negativo» que tiene la aparición de nuevas plagas en el uso de productos fitosanitarios. «Nuestros agricultores nos piden, además, y con razón, reglas iguales de juego para competir en un mercado global con los productores de otros países», expuso, y recalcó que la falsa polilla de la naranja no solo afecta a los cítricos, sino también a pimientos y rosas.