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ECONOMÍA

El sector citrícola de Castellón gana y Europa impondrá un control a la naranja de Sudáfrica

Bruselas impone el tratamiento en frío, aunque será a partir de 2023 y menos exigente de lo previsto

Unos trabajadores cargan un buque de naranjas en el puerto de Castelló. MEDITERRÁNEO

La citricultura de Castellón siempre pierde en Bruselas, pero ayer ocurrió lo contrario. Tras dos años de pelea y decenas de reuniones, por fin el sector se ha anotado una victoria y ha visto cumplida una de sus mayores reivindicaciones: que Europa controle sanitariamente la llegada de naranjas de Sudáfrica. El Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (Scopaff), integrado por representantes de todos los Estados miembros y presidido por la Comisión Europea, aprobó el tratamiento en frío (cold treatment), una medida que ya aplican países como Estados Unidos o China y cuyo objetivo es evitar la entrada de la falsa polilla, una plaga que si llegara a Castellón arruinaría decenas de cosechas.

La decisión de la UE, aunque calificada de «paso histórico» por la interprofesional citrícola Intercitrus, no se ajusta exactamente a lo que esperaba el sector español, pero sí supone un avance importante. Tras publicarse en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) para que entre en vigor el próximo mes de junio, la medida no se aplicará hasta el 2023, ya que para este año se ha establecido un periodo transitorio. Así, durante la campaña de exportación de 2022, que justamente se inicia ahora para Sudáfrica, la naranja de los países que tienen falsa polilla (fundamentalmente Sudáfrica y Zimbabwe) se someterán a un preenfriamiento (precooling) a 5 grados en el mismo puerto de salida y viajarán hasta Europa a una temperatura que va de -1 a 2 grados durante un total de 25 días.

La otra gran novedad es que, a partir del 2023, a los exportadores sudafricanos se les da una doble alternativa: un cold treatment de entre -1 y 0º durante 16 días (la opción que defendió en un primer momento la CE) o un tratamiento en frío de entre -1 y 2º durante 20 días. Esta segunda opción, que nunca ha gustado a Intercitrus por entender que «no garantiza la seguridad de los cítricos españoles, es la que ha sido defendida en los último meses por los exportadores sudafricanos a través del lobby importador de frutas holandés y alemán. En ambas alternativas, a los operadores se les exigirá un precooling a 0 y 2 grados centígrados, respectivamente. 

El "empujón" del ministro

La medida finalmente aprobada es algo más laxa de lo que inicialmente estaba previsto, pero al sector citrícola de Castellón le sabe a triunfo. «La satisfacción es enorme y lo aprobado por el Scopaff es algo que trasciende a la citricultura española, es un paso histórico en favor de la sanidad vegetal del conjunto del agro europeo»», aseguró Inmaculada Sanfeliu, presidenta de Intercitrus, quien puso en valor el trabajo del ministro de Agricultura, Luis Planas. «Ha sido el que ha dado el último y necesario empujón para que la propuesta saliera adelante», añadió agradeciendo asimismo el apoyo del president, Ximo Puig, y la consellera de Agricultura, Mireia Mollà.

Las organizaciones agrarias alabaron también el trabajo del Ministerio y la Generalitat y avanzaron que el siguiente reto es conseguir el tratamiento en frío también para las mandarinas que llegan de Sudáfrica. «Lo aprobado ayer no es el tratamiento de frío más estandarizado internacionalmente, pero es sin duda un primer paso importante. Ahora hay que trabajar también para conseguir, aparte de a la naranja, el tratamiento de frío a las mandarinas y pomelos» explicó Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders. 

Cristóbal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) reconoció que, pese a que lo aprobado en Bruselas no es lo que «necesita el sector» citrícola español, sí supone un paso importante. «Lo que queremos es que se aplique el tratamiento que en febrero aprobó la Agencia Fitosanitaria Europea y que la medida se extienda a las mandarinas», dijo. Aguado lamentó la «insolidaridad» de ciertos países europeos y citó a Holanda y Alemania, a quienes acusó de favorecer a terceros países en detrimento del sector español.  

Planas se felicita y Puig habla de «gran avance»

El ministro de Agricultura, Luis Planas, expresó ayer su satisfacción por que una mayoría cualificada de Estados de la UE haya apoyado aplicar a las importaciones extracomunitarias de cítricos el tratamiento en frío. «Quiero señalar mi satisfacción por la aprobación de la propuesta llevada a cabo por la Comisión Europea sobre el tratamiento en frío de los cítricos», declaró Planas, quien dijo creer que los contactos mantenidos el lunes y el debate planteado por España durante la reunión de ministros de la UE, el martes «han permitido clarificar la situación y obtener la mayoría necesaria para la aprobación de esta medida».

Quien también mostró su satisfacción por la decisión adoptada por Bruselas fue el president de la Generalitat. «Es un avance sustancial. Hemos roto una barrera que durante muchos años habían producido importaciones en el centro de Europa», declaró Ximo Puig desde Lisboa, donde se encuentra de viaje oficial. Eso sí, el jefe del Consell remarcó que «no es el fin» porque hay productos no sometidos a estos tratamientos que provocan la entrada de plagas a Europa.

Mireia Mollà, consellera de Agricultura, apuntó que Europa «recupera la razón y el criterio técnico frente a una decisión que atentaba contra los derechos y la seguridad alimentaria de todo el continente», y reivindicó la puesta en marcha del tratamiento en frío para la campaña comercial.



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