La rectora de la Universitat Jaume I (UJI), Eva Alcón, transmitió este viernes a la consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Josefina Bueno, «la necesidad de que priorice» la elaboración del nuevo modelo de financiación del sistema universitario y la aprobación y aplicación del convenio del personal laboral. Por su parte, Bueno coincidió con la rectora en este extremo.

Ronda de encuentros

Este es el primer encuentro entre la rectora y la nueva responsable de Universidades del Consell, que tomó posesión de su cargo el pasado 16 de mayo, y cuya reunión se enmarca en la ronda de contactos que está manteniendo con los máximos responsables de las instituciones de educación superior de la Comunitat.

Disposición del Consell

Josefina Bueno afirmó que «continuaremos trabajando con las universidades para conseguir el mejor plan de financiación, dotándolo de estabilidad presupuestaria y también nos centraremos en la elaboración de un convenio colectivo para las universidades y consolidar los múltiples proyectos que hay en marcha». 

Precisamente estos son dos de los retos que su predecesora en el cargo, Carolina Pascual, dejó pendientes, que también Alcón incluía en el programa electoral con el que ha logrado renovar su cargo el pasado 11 de mayo. 

La rectora de la UJI y consellera de Universidades pudieron analizar los principales retos de la universidad y sus prioridades

En ese sentido, la rectora argumentó que «estas dos medidas son esenciales, junto a un marco legislativo adecuado, para garantizar la sostenibilidad del sistema universitario y avanzar en la estabilización de plantillas y la reducción de la temporalidad».

Precisamente la precariedad del profesorado asociado --que representa el 40% del personal de la UJI-- es la que convirtió a la candidatura Professorat Precari al Claustre a ser la más votada en la categoría de personal docente no permanente de la UJI.

Deuda histórica

En el encuentro también se abordó la situación en la que se encuentran las universidades ahora que se liquidará la deuda histórica. Y es que en este 2022 se acaba el pago de este importe, con lo que se habrá abonado íntegramente los compromisos de financiación adquiridos por la Generalitat en el convenio del 2018. Desde el 2016 el Consell ha abonado más de 730 millones de euros a las universidades por este concepto. El encuentro fue valorado por ambas representantes como «positivo». 

2023 disruptivo

La problemática de la deuda histórica fue abordada, ya en la elaboración de las líneas presupuestarias del 2022 por parte de la UJI. En este documento se advertía que el ejercicio económico del 2023 puede ser «disruptivo» por la finalización del calendario de pago de esa deuda, las anualidades de la cual están sosteniendo básicamente los salarios y el gasto corriente, y la implantación de un nuevo modelo de financiación del cual todavía no se conocen los detalles. Solo un informe de un comité de expertos y un concurso para contratar una consultoría.

En ese sentido, el documento hacía referencia a que en 2023 puede haber una caída de ingresos de 9,5 millones de euros si la Generalitat no pone remedio, con un plan de financiación justo o la activación de un importe similar al que ha venido suponiendo la deuda antigua. Y es que el modelo data de 2010 y la UJI no recibe toda la compensación que requiere para el servicio público que presta a la actualidad.