Hace un año PortCastelló vivió la tragedia que terminó con la vida del estibador castellonense David Camañes y el marinero indio Bhanu Patrat, además de dejar dos heridos, uno de ellos de gravedad. El buque Nazmiye Ana volcaba en el muelle de Centenario del puerto de Castellón el 28 de mayo de 2021 y 365 días después la investigación sobre el accidente se mantiene abierta, aunque ayer se rindió homenaje a las víctimas y a todas las personas que se volcaron en el operativo de rescate.

Un emotivo acto quiso este sábado, de alguna manera, cerrar la herida provocada por el suceso. La familia de Camañes descubrió una placa en su memoria y la del resto de las víctimas que recordará a los castellonenses lo sucedido con el buque. También la Autoridad Portuaria reconoció una a una a todas las entidades que se implicaron en ayudar tras el vuelco del buque: «Ofrecieron lo mejor para ayudar en una situación insólita en toda la historia de PortCastelló», destacó el conductor del homenaje, que contó con la presencia del otro estibador heridos, así como de autoridades, si bien todas ellas guardaron un respetuoso segundo plano y evitaron hacer declaraciones al respecto.

Compañeros

También, en el interior del recinto portuario, un faro luce ahora un mural con el número del estibador David Camañes, el 165, y sus compañeros han instalado placas en su recuerdo en el lugar del siniestro.

Mientras, la investigación sobre las causas y las posibles responsabilidades del suceso se mantiene abierta. El juzgado de instrucción número 3 de Castellón continúa desarrollando las pesquisas, cuyo proceso ha extendido hasta diciembre, para tratar de determinar la culpabilidad de dos presuntos delitos de homicidio por imprudencia, un delito de lesiones por imprudencia, además de otro delito de daños.

En total, 11 personas permanecen como investigadas en la causa del Nazmiye Ana: ocho trabajadores del buque, incluido el capitán, quien se encuentra en búsqueda y captura tras su fuga, y otros tres empleados de una empresa de actividades portuarias.

Más allá de las averiguaciones que realice el propio juzgado, la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) del Ministerio de Transportes, según pudo comprobar este diario, concluye que el armador y el capitán aceptaron una disposición de carga para la que el buque no estaba autorizado, ya que no tenía permitido llevar contenedores sobre cubierta. También arroja que no se interrumpió la carga pese a que el barco «adquirió una escora muy apreciable a babor», así como que el plan elaborado «era incorrecto».

El mismo documento recoge además que varias inspecciones habían detectado deficiencias sobre las condiciones de trabajo de los diferentes tripulantes a bordo del Nazmiye Ana, a la vez que considera «bastante improbable» el cumplimiento de las normas mínimas sobre horas de descanso con su organización.