La provincia de Castellón está a la cola de España en cuanto a plazas de diálisis públicas se refiere. Según el presidente de Alcer Castalia, Juan Doménech, solo el 20% de estas están gestionadas por un centro público, ya que el grueso está en manos de dos empresas privadas. Se trata de un porcentaje muy inferior a la Comunitat que, con un 31%, es la región de España con mayor concertación en la terapia de los enfermos renales.
En concreto, en la provincia solo hay en la sanidad pública el centro del Hospital General de Castelló, los otros cinco son privados. Diaverum gestiona el de Castelló, Orpesa y Vinaròs, mientras que la firma B. Braun se encarga de los situados en Vila-real y la Vall d’Uixó. A nivel autonómico de los 48 centros existentes para enfermos renales solo 14 dependen directamente de Sanitat.
«Hay que garantizar la mejor prestación del servicio y eso lo debe hacer la sanidad pública de manera directa», afirma el presidente de Alcer, Juan Doménech.
En los hospitales de Vinaròs y la Plana
La entidad lleva años reclamando la creación de la Unidad de Diálisis en el Hospital Comarcal de Vinaròs y en el de la Plana de Vila-real. Para la creación de este servicio es necesaria una infraestructura nueva de uso exclusivo o bien reformar y habilitar una de las partes de cada uno de los hospitales mencionados para destinarla a este fin. En estas nuevas unidades, supervisadas por el área de Nefrología de los citados hospitales, tendría cabida el tratamiento periódico de hemodiálisis, así como la revisión y atención de hemodiálisis domiciliaria y diálisis peritoneal.
Según Alcer, desde la dirección de la Plana han mostrado su interés en asumir este servicio, mientras que, en Vinaròs, han encontrado ciertas reticencias dados los problemas de personal y organización que hay en el hospital.
610 pacientes con enfermedad renal crónica
«En Castellón, tenemos un total aproximado de 610 pacientes con enfermedad renal crónica que necesitan de manera periódica su tratamiento sustitutivo renal. Recordamos que se trata de un tratamiento vital sin el cual las personas afectadas no tienen opción a sobrevivir», explicaron desde la entidad.
De estas, solo 36 se hacen el tratamiento en un centro público, concretamente en la unidad de diálisis del Hospital General, 95 personas se realizan el tratamiento en sus propios domicilios supervisados por el General y 479 necesitan acudir periódicamente, como media tres veces por semana, al centro concertado que les corresponda por departamento de salud y por zona de residencia.
Convertidas estas cifras a porcentajes se observa que solamente un 6% de los pacientes con enfermedad renal crónica avanzada se dializan en un centro público, un 16% se hacen el tratamiento en sus domicilios y un 78% tienen que ir a un centro concertado.
