El Periódico Mediterráneo

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Cerebros de la UJI al servicio del progreso social

La maquinaria de investigación no cesa en Castellón, donde ahora se trabaja en 24 proyectos DE I+D+i con fondos estatales y, pronto, de la UE. En la imagen, equipo que diseña una mano artificial asequible. Mediterráneo

La investigación como salida profesional en Castellón tiene mucho de altruista, por las horas dedicadas y el no siempre notorio reconocimiento, pero la satisfacción de trabajar por el bien y el progreso social, desde el entusiasmo, compensa. La Universitat Jaume I (UJI) es uno de los Big Bang de conocimiento en la provincia, y como ejemplo, actualmente tiene en marcha con diferentes equipos a frente hasta 24 proyectos de I+D+i, que han conseguido en conjunto una aportación global de 2,3 millones de euros del Ministerio. Pronto, para este mismo 2022 se espera la inyección de fondos europeos para acometer otras tantas iniciativas innovadoras, en el marco de la convocatoria Horizonte Europa y Erasmus+.

Mediterráneo ha recopilado las 12 áreas que comprende el plan nacional, tan diversas como ambiciosas, y que abarcan desde materiales avanzados a psicología, agricultura, energía o ingeniería, entre otros --ver infografía--. «Muchos de estos proyectos derivarán en invenciones a patentar y transferir, al igual que los estudios generados por grupos de investigación e institutos tecnológicos», señaló el vicerrector adjunto de Transferencia, Innovación y Emprendimiento de la UJI, David Cabedo. 

Que esas buenas ideas que germinan en la Universidad lleguen a la sociedad y las empresas es la meta final y necesaria para que no quede en agua de borrajas. 

Mediterráneo / Gabriela Espinosa

Innovaciones a un precio asequible

Como ejemplo, Antonio Pérez González es uno de los coordinadores de una acción encaminada a generar una mano artificial más asequible. Y asequible es la palabra clave, pues ante todo persiguen que el progreso científico llegue a todos y el dinero de su coste no sea un obstáculo. «A largo plazo, algunos años tras la finalización del proyecto, el diseño resultante podría convertirse en un producto comercializable. Nuestro objetivo es mantener costes de fabricación reducidos para conseguir diseños más asequibles que los de las manos protésicas comerciales existentes actualmente y manteniendo o mejorando la funcionalidad», incidió Pérez González.

Antonio Pérez González y Marta Mora son los investigadores principales del proyecto. Mediterráneo

Una mano artificial. «Buscamos una persona amputada de brazo o con defecto congénito para que coopere»

El equipo de Ingeniería Mecánica y Construcción de la UJI, coordinado por el catedrático Antonio Pérez González y la investigadora Marta Mora Aguilar, trabaja en una mano artificial comercializable, más asequible que las actuales, cuyo diseño mantenga o mejore la funcionalidad y comporte costes de fabricación reducidos. Con un presupuesto de 121.000 euros, el proyecto está en la primera anualidad de un total de cuatro y se prevé que finalice en septiembre del 2025. «El objetivo es una nueva mano artificial antropomorfa que podrá usarse como prótesis por pacientes amputados, pero también tendrá una versión para uso en aplicaciones de robótica colaborativa, que cada vez prolifera más en la industria», destaca Antonio. «A final de este 2022 tendremos una primera versión de la mano, que servirá para pruebas de funcionalidad y mejora posterior. Y queremos participar en la competición internacional Cybathlon Arm Race, en octubre del 2024», describe. Pero matiza que «para ello necesitamos un piloto, una persona amputada de brazo o con déficit congénito. Si alguien de Castellón está interesado en colaborar, podría contactar con nosotros, aunque hemos informado a asociaciones como Andade y Cocemfe».

Economía y sociedad

Vicent Arbona dirige otra investigación en el campo de la biotecnología y el cultivo de un tomate mejorado, que espera pueda llegar al sector agrario en el menor plazo de tiempo posible. Al respecto, Arbona relata que «dado el interés que generan los productos innovadores, no se descarta que la implementación de estas mejoras en el tomate puedan darse con relativa rapidez, puesto que no implica la generación de alimentos transgénicos, cuya producción y comercialización en ese caso sí está aún lejos de ser realidad en Europa».

Eva, Manuel, Miguel y Vicent aportan al proyecto conocimientos de Biología y Bioquímica. Mediterráneo

Tomates 'anticambioclimático' «Identificaremos genes para una nueva variedad resistente al calor, sequía y plagas» 

Juan Manuel Acién y Eva Cañizares, predoctorales; Miguel González Guzmán investigador postdoctoral Ramón y Cajal; y Vicent Arbona, profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la UJI, investigan para conseguir los tomates del futuro. «Si no pasa nada, finalizaremos el primer bloque de experimentos en otoño. El objetivo es de biotecnología: identificar genes que confieran tolerancia frente al cambio climático, ante condiciones adversas (sequía o calor elevado) y el ataque de plagas (araña roja, polilla tuta absoluta...) en el tomate», detalla Vicent. «Trabajamos con una colección de líneas de introgresión del genoma del tomate silvestre Solanum pennellii en el cultivado, Solanum lycopersicum. Cada línea posee un trocito del genoma de S. pennellii que podría albergar genes más resistentes. A final de año acabará el primer rastreo y podremos identificarlos», añade. «En pocos años -- sostiene-- se podrían aportar al sector productivo nuevas variedades de tomate o portainjertos más tolerantes, sin alterar propiedades ni productividad;más sano, al reducir plaguicidas; y sostenible, con un uso más eficiente de los recursos agrícolas disponibles». 

La salud mental, en el ojo del huracán

Un tercer ejemplo de investigación en la UJI que palpa la realidad es la del departamento de Psicología, con Marisa Salanova y Susana Llorens involucradas en un proyecto vinculado a la pandemia del coronavirus, a ver cómo influyó en la salud mental de trabajadores esenciales que siguieron prestando servicio con el estrés del confinamiento.

A raíz de este estudio ahora en curso buscan ir más allá. «Las intervenciones digitales (y su monitorización) se han convertido en una solución más que eficaz para tratar el impacto negativo psicológico de la pandemia, en especial, para aquellas profesiones de primera línea», indicaron, para añadir: «El beneficio social es claro: generar herramientas útiles para diagnosticar ambientes de trabajo psicológicamente más saludables y productivos; y fijar protocolos de buenas prácticas para intervenir en caso necesario y mejorar la calidad de vida de personas, grupos y organizaciones».

 Todo ello supone más rentabilidad, menos absentismo y menos bajas laborales por ansiedad, depresión y burnout, y menos coste económico y social.

Equipo del proyecto de psicología, utilizando herramientas digitales de encuentros on line. Mediterráneo

Ambientes de trabajo positivos. «El covid perjudicó la salud mental de personal sanitario, de educación y alimentación»

De lo malo de la pandemia, también se puede sacar algo positivo. Diseñar terapias digitales para dar solución a problemas de salud mental y crear ambientes de trabajo más positivos y, al tiempo, organizaciones más productivas, es la meta de Susana Llorens y Marisa Salanova que, junto a otros especialistas de la UJI, están inmersas en este proyecto. Recién iniciado, están en la fase de evaluación y diagnóstico del personal de empresas seleccionadas del sector sanitario, de alimentación y educación, que cooperarán tres años con entrevistas, etc. «Se ha desarrollado ya una herramienta basada en el hero-check, adaptada al contexto del covid, y estamos recogiendo información base para plantear terapias específicas», indicó Susana. La meta es diseñar intervenciones psicológicas positivas mediante tecnologías digitales (videoconferencias por ordenador o teléfono con apps como Google Meet o Zoom) «llegando a probar su eficacia para mejorar la salud mental de trabajadores/as, por su rentabilidad y potencial para llegar a más personas y ofrecer anonimato, reduciendo el estigma frente a la terapia grupal tradicional cara a cara», indicó.  

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