El sector del azulejo cobra ya las primeras ayudas del Gobierno, de hasta 400.000 euros por empresa, para paliar el encarecimiento de la energía como una consecuencia más de la guerra en Ucrania y que este martes el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), Vicente Nomdedeu, cifró en un 90%.
Fuentes del Consell confirmaron a este diario que las primeras veinte mercantiles beneficiarias del plan nacional recibieron ayer el abono de la subvención, mientras que las 250 restantes «lo harán de forma inminente».
Una herramienta que, pese a todo, el clúster ha considerado «insuficiente» en numerosas ocasiones y en lo que insistió ayer mismo pese al apoyo que supone. De hecho, en una rueda de prensa celebrada junto al ICEX con medios internacionales recalcaron el grave impacto de la escalada del coste de la energía en sus balances: «El precio medio durante el 2021 fue un 90% más caro que en el año anterior», valoró el máximo dirigente de la patronal.
Dos años
Nomdedeu advirtió en este sentido de que el sobrecoste supera los 2.000 millones de euros para este sector, lo que ha llevado a «perder competitividad», así como que prevé que «siga al menos durante los próximos dos años».
El presidente de Ascer, por otra parte, destacó los esfuerzos «constantes» y el «compromiso» de las empresas españolas fabricantes de azulejos y pavimentos cerámicos con la sostenibilidad medioambiental y social, así como su labor en la búsqueda de alternativas para acometer la descarbonización de la industria.
Como ejemplo, Nomdedeu citó los avances que sitúan al sector «a la vanguardia» en la reducción de consumos energéticos: «En el 2021 se ha reducido el consumo energético mejorando la eficiencia energética por metro cuadrado fabricado en torno a un 6% en gas y un 8% en electricidad».
Línea autonómica
En la misma jornada, Ascer mantuvo un encuentro con el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Arcadi España, donde se abordó la línea de ayudas que pondrá en marcha el Consell y que estará dotada con 50 millones de euros.
Según pudo saber ayer este periódico, la inyección al sector de la administración autonómica dentro del bautizado como plan Reactiva quedará aprobada «antes de que acabe el mes de junio» con su paso por el pleno del Consell y la cuantía por firma será igual que la estrategia del Gobierno, con un máximo de 400.000 euros, priorizando a los sectores con una mayor dependencia del gas.
En este caso, las principales beneficiarias serán las compañías de fritas y esmaltes, que quedaron fuera de la convocatoria estatal. El conseller España resaltó «el compromiso del Consell para acelerar la convocatoria y, una vez aprobado este lunes el marco temporal nacional por parte de la Unión Europea, poner el dinero a disposición de las empresas a la mayor brevedad posible».
El dirigente autonómico reivindicó «el papel clave que juega la cerámica en la economía valenciana», por lo que aseguró que tendrá a su disposición «una administración ágil y capaz de dar respuesta ante los retos actuales de inflación e incremento de costes en el menor plazo posible». «Acabaremos así con la discriminación que supuso para algunos sectores gasointensivos quedar fuera de las ayudas estatales», añadió.
Convenio para formación
Por otra parte, la Generalitat también dará el visto bueno a un convenio de colaboración con Ascer dotado con un millón de euros para desarrollar actividades formativas y divulgativas «que contribuyan e impulsen la transformación, modernización y avance en sostenibilidad del sector y su estructura productiva», concretó el conseller.
La Generalitat estudiará ampliar la cuantía de este acuerdo, «con el que pretendemos reforzar su efecto tractor sobre el conjunto de la economía castellonense y de la Comunitat Valenciana», así como «adaptar la formación de los trabajadores y trabajadoras a los principales retos a los que la cerámica tendrá que hacer frente en los próximos años, como una mayor sostenibilidad y el avance en digitalización», concluyó.
