Lograr que la prestigiosa revista científica Nature publique un estudio de investigación a nivel internacional es un privilegio al alcance solo de los mejores, ya que supone el aval a todo el arduo trabajo realizado. Este honor lo acaba de tener la castellonense Bárbara Hernando, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que junto al Cancer Research UK Cambrigde Institute (Reino Unido) ha puesto a punto un método para descifrar el caos genético de los cánceres más mortales y utilizar esta información para tratarlos de forma más eficaz mejorando la supervivencia de los pacientes.

El método facilita la detección de huellas en el genoma de los tumores que permiten conocer el mecanismo mutacional causante del desarrollo del tumor y, gracias a ello, posibilita identificar la vulnerabilidad de estos contra la que dirigir el tratamiento. Como explica esta licenciada en Biotecnología cuyo nombre les será muy familiar a los amantes del atletismo, ya que estuvo cerca de dos décadas en el Playas de Castellón donde se coronó como campeona de España en Pentatlón en pista cubierta en varias ocasiones.

Su trayectoria deportiva la compaginó con sus estudios. Una combinación de talento y esfuerzo a partes iguales que se ha vuelto a poner de manifiesto con su trabajo en este centro de excelencia reconocido a nivel internacional, donde lleva más de un año dedicada en cuerpo y alma a esta investigación oncológica.

Reconocimiento

Hernando no podía ocultar su emoción porque el método se haya publicado en Nature «porque llevamos meses trabajando duro». «El objetivo final es mejorar la supervivencia de los cánceres más malignos y también intentar prevenirlos», afirmó, al tiempo que reconoció que su estancia en el CNIO le permite «hacer ciencia en España».

Conocer la identidad genómica de los cánceres más agresivos facilitará, primero, diagnósticos más precisos; y, segundo, una elección del tratamiento más óptimo para cada paciente, algo que hasta ahora era muy difícil para estos tipos de cáncer.

El trabajo se centra en descifrar la llamada inestabilidad cromosómica, una de las señas de identidad de los cánceres con peor pronóstico. En condiciones normales, las células del cuerpo, al dividirse, se aseguran de que las células hijas tengan el número correcto de cromosomas. Sin embargo, una célula cancerosa suele presentar pérdidas o ganancias de fragmentos cromosómicos o cromosomas enteros, y por tanto sus genomas no tienen la cantidad de material genético adecuado.

La investigación ha caracterizado las causas, la diversidad y el alcance de la inestabilidad cromosómica asociada a los tumores más graves. Pero el trabajo va mucho más allá porque relaciona cada tipo diferente de inestabilidad cromosómica con las características que presenta la enfermedad en los pacientes oncológicos.