El informe pericial del caso Subdelegación, que investiga una supuesta trama de facturas falsas en la institución, ha puesto de manifiesto numerosas «irregularidades» en los pagos y en los gastos analizados. Las 1.750 facturas estudiadas en la pericial revelan, por ejemplo, que la Subdelegación del Gobierno en Castelló gastó en vestuario el doble de lo necesario en el periodo 2007-2011.
En concreto, según el informe, el «gasto razonable» en vestuario para el personal (que cifra en seis ordenanzas y tres conductores) debía ceñirse a una estimación de 17.835 euros en la mentada franja temporal. Sin embargo, el gasto real de la Subdelegación se elevó hasta los 37.476 euros, una diferencia de más del doble. «El gasto en vestuario realizado durante el periodo de 2007 a 2011 fue muy por encima de las necesidades de uniformidad propias de un servicio público con la normativa vigente», razona el informe.
Además, la pericial verifica que durante todos esos años, «se incluyeron gastos que no se relacionaban con las normas de uniformidad previstas en la normativa regulado del vestuario del personal de la Subdelegación». Esto era así «tanto por el tipo de ropa como los establecimientos donde se han adquirido». El informe señala algunos ejemplos llamativos: «Entre los conceptos de los tíquets imputados a vestuario se encuentran: sport Sra, camiseta pico negra/fucsia, camiseta escote malva/rojo, falda Evasé morada, pantalón elástico, complemento Cab, vestido o Burberry, así como varios tíquets de Decathlon o tiendas de deporte».
Mala gestión
El informe recoge que «el análisis comparativo del gasto estimado necesario y el gasto efectuado permite concluir que, en el periodo 2007-2011, los recursos públicos que las leyes de presupuestos habían habilitado en concepto de vestuario adolecieron de una adecuada gestión económica y eficiente».
La pericial centra su crítica especialmente en esta franja de tiempo que coincide con la estancia de Antonio Lorenzo, del PSPV, al frente de la Subdelegación. En el periodo posterior, de 2011 a 2017, sale mejor parado el popular David Barelles, puesto que la diferencia entre el gasto estimado y el realizado es de dos mil euros. «Se considera que no es significativa», expone el informe.
El texto pericial también señala existencia de pagos en efectivo superiores a 100 euros, no solo en este concepto de gastos de vestuario, sino también en material de oficina o productos de limpieza. Indica que este tipo de gastos «no responden a necesidades imprevistas y puntuales del día a día del servicio, que obliguen a realizar dichos pagos en efectivo».
Pagos en efectivo
Recuerda igualmente la pericial que la normativa «prevé el pago en efectivo como algo excepcional», pero se utilizó «de manera recurrente» a lo largo de los años. «Esta circunstancia pone de manifiesto una importante deficiencia en el control interno del órgano gestor de los fondos públicos». Como ejemplo de «práctica inadecuada», la pericial se detiene en los pagos en efectivo realizados a empresas emplazadas lejos de la provincia. En concreto, a un proveedor de Tarragona, que recibió numerosos cobros durante los años 2007-2011, hasta un total de 83.129 euros.
