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APORTACIONES DE EXPERTOS

El congreso Qualicer expone los pros y contras del hidrógeno verde para la cerámica de Castellón

Se expuso el proyecto de una planta piloto en Italia, y también el miedo de una "burbuja" alrededor de esta alternativa energética

Sesión del congreso Qualicer. Mediterráneo

La sustitución del gas natural por el hidrógeno verde es uno de los temas más comentados cada vez que se habla del futuro de la cerámica, y Qualicer expuso puntos de vista contrapuestos, que van desde el entusiasmo hasta la extrema cautela. En el primer lado destacó la intervención de Federica Minozzi, responsable del grupo italiano Iris, que dentro de un año quiere tener en funcionamiento una planta con el uso de esta tecnología, para la que se invierten 40 millones de euros. «No es algo del mañana, sino que sabemos cómo llevarlo a cabo», comentó.

En este caso se quiere llegar a los objetivos de reducción de emisiones marcadas por Europa (de un 55% de emisiones de CO2 respecto a 1990) mediante una combinación de gas natural e hidrógeno al 50%, «que es la máxima capacidad con los quemadores actuales», detalló.

Dudas

Menos entusiasmo mostró el director global de hidrógeno verde de Iberdrola, Millán García-Tola, quien advirtió «de una posible burbuja» sobre esta tecnología. Esto, pese a que ya tienen en funcionamiento una planta para abastecer a la red de autobuses de la ciudad de Barcelona, y tienen en pruebas una planta de 20 megavatios para fabricar fertilizantes en Puertollano.

García-Tola señaló que el consumo del azulejo, 14 teravatios hora al año, «equivale al 7% de todo el gas natural usado en España, lo que equivale a 13.000 millones de euros de inversiones», algo irrealizable sin fondos de las administraciones. «El hidrógeno es caro y no es fácil de manejar», dijo, lo que se suma a retos técnicos para construir plantas en plena inflación. Unos retos que pasan por la construcción de los electrolizadores -la maquinaria que debe generar el hidrógeno a partir del agua- que debe incluir materiales costosos, y cuyo funcionamiento necesita grandes cantidades de energía, que si son de tipo renovable, "implica 12.000 megavatios" para la industria azulejera. Una apuesta muy importante. También hay que analizar el uso de canalizaciones diferentes a las que conocemos hasta ahora para el gas natural. "Me encantaría que el hidrógeno fuera una realidad para la industria en el año año 2030", expuso.

Planes

Mientras tanto, hay grupos empresariales que han decidido usar el hidrógeno. Es el caso de Pamesa, que en unos meses tendrá la primera instalación de este tipo para dar servicio a una atomizadora de Onda. El presidente del grupo empresarial, Fernando Roig, llegó a expresar su deseo de que en el año 2023 se puedan hacer todos los procesos productos de esta manera.

Por otro lado, el secretario general de la patronal cerámica (Ascer), Alberto Echavarría, expuso en la ponencia inaugural del congreso que como alternativa al gas natural, "la fuente inmediata es el biogás, porque no implica una transformación en procesos, maquinaria y hornos". Además, este biogás no requiere que se genere junto a las plantas de fabricación de cerámica, como ocurre con el hidrógeno, ya que la energía generada se puede incluir en las redes de gasoductos. Para el secretario general de Ascer "la incógnita es el volumen" que puede generar este proceso, y apuntó que, paradójicamente, parte del que se produce en España "lo exportamos".

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