Los efectos de la crisis del ladrillo de la década pasada siguen patentes en Castellón, como lo demuestra el informe que cada año publica el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Los datos del cierre del 2021, dados a conocer esta misma semana, revelan que hay 23.955 inmuebles a la venta, el 5,63% de todo el parque de viviendas. No hay ninguna otra provincia que supere este porcentaje, que triplica de lejos el 1,73% de media nacional y duplica el 2,51% de la Comunitat.
Por detrás de Castellón se sitúan Toledo, con el 4,92% y, a más de un punto de distancia, La Rioja, con el 4,44%. Otra cifra que muestra el abultado número de viviendas ofertadas es el hecho de que Castellón es la cuarta provincia en números absolutos con más oferta disponible. Solo le superan territorios mucho más poblados como Madrid, Barcelona y Alicante. De todos los pisos vacíos en España, el 5,34% se encuentran ahora en tierras castellonenses.
La causa de esta disfunción tiene que ver con el boom inmobiliario de los primeros años de este siglo, en los que se construyeron numerosas promociones, especialmente pensadas para ser segundas residencias. El hecho de estar en estas localidades le resta posibilidad de salida al mercado, puesto que la demanda actual hace difícil absorber este estoc.
Más ritmo
Pese a la lenta deglución de todo el ladrillo pendiente de tener propietario, la estadística ministerial arroja algunos datos positivos. En primer lugar, que el 2021 se puede considerar un año propicio, porque 848 inmuebles dejaron de formar parte de esta gran bolsa. En un ejercicio se pasó de 24.803 a 23.955 unidades vendidas. Esto constituye un descenso del 3,42%, muy por encima del 1,77% de media estatal.
Por otro lado, el mismo ministerio indica que el primer trimestre del presente año hubo un fuerte ritmo de compraventa de viviendas en Castellón, con 2.731 transacciones. Es el mejor arranque de año desde el 2009. Además, en las zonas de mayor demanda de vivienda, como en la capital, los visados de obra han ido al alza y, por el momento, no hay efecto del incremento de los costes.
