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Del Pozo tensa aún más en Castellón a un Ciudadanos en descomposición

La dirección regional avisa a la capital por elegir candidato sin que haya un proceso abierto

El diputado autonómico de Ciudadanos por Castellón, Eduardo del Pozo, durante una intervención en Les Corts. Mediterráneo

Flaco favor parece hacer la junta local de Ciudadanos (Cs) de Castelló con iniciativas que de nuevo van en contra de sus propias estructuras del partido a una formación que se encuentra ya en pleno proceso de descomposición, tal y como han demostrado los tres últimos procesos electorales celebrados en España. La marca naranja ha desaparecido de los parlamentos autonómicos de Madrid y Andalucía y apenas conserva uno de los once escaños con los que contaba en las Cortes de Castilla y León.

Esta semana la dirección de la capital, comandada por Félix del Pozo, ha celebrado una asamblea en la que habrían sido convocados únicamente los afines al grupo que ya en el 2019 actuó con nocturnidad y en el último momento para lograr descabalgar al candidato oficial, Jesús Merino, con el fin de situar ahora al diputado Eduardo del Pozo como el alcaldable cara a los comicios del 2023.

Ha ocurrido sin que se haya abierto plazo alguno para el proceso de elección interna que, o bien debe pasar por primarias o, en función del número de afiliados de cada agrupación, por el placet de la dirección autonómica.

Ni un elemento ni otro se han cumplido. De hecho, este jueves, desde esa dirección regional ya habrían reprobado a los responsables de la junta local por abordar la mencionada elección, que se ha producido sin ningún tipo de autorización. Según ha podido saber este periódico, el argumento esgrimido en su defensa por los naranjas de Castelló se centró en que tan solo se habría tratado de una consulta no vinculante. Una consulta que cuestionaría la continuidad de Vicente Vidal, quien no ha dicho si continuará y que tampoco tiene plazo para hacerlo, al frente de la candidatura.

En cualquier caso, esta operación llueve sobre suelo muy mojado, sobre lo poco que queda de un partido del que la fuga de afiliados y simpatizantes es constante en la provincia de Castellón, pero también una clara tendencia que parece muy difícil de frenar en el conjunto nacional.

De hecho, a menos de una semana de la debacle sufrida por Ciudadanos en Andalucía, la maniobra de la junta en Castelló inquieta en municipios en los que tiene representación institucional --Orpesa, Almassora Vila-real, Vinaròs o Benicàssim-- y surgen ya preguntas sobre si ha comenzado o no la carrera por las listas.

Otro posible objetivo de la acción del grupo de Félix del Pozo podría ser una suerte de test de la situación para calcular una eventual salida hacia otro partido que, como ha ocurrido con los votos fugados en Andalucía, por ejemplo, sería de corte conservador.

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