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más de 9.000 trabajadores en la provincia

La falta de transportistas en Castellón amenaza con paralizar operativas en verano

El sector necesita mano de obra para dar salida a la demanda que sigue por arriba de lo esperado

Los transportistas de Castellón advierten de atascos por los nuevos límites de velocidad

Los transportistas castellonenses denuncian «la asfixia» que vive el sector por la escalada desbocada del precio del combustible y la falta de conductores. Una problemática que se acentúa, especialmente, durante estos meses de verano por las vacaciones de los trabajadores del sector, que en la provincia de Castellón emplea a cerca de 9.000 personas dedicadas, fundamentalmente, a los dos principales sectores económicos: el clúster cerámico y la agricultura

«La demanda sigue siendo fuerte, a pesar de estar en estas fechas del año, por lo que la escasez de conductores afectará a la calidad del servicio», explicó el presidente de la Asociación Empresarial Castellonense de Transportes de Mercancías por Carretera (ACTM), Carmelo Martínez. Y es que el sector tiene cada vez más problemas para encontrar conductores por las complicadas condiciones laborales que se ofrecen.

«El tema del salario está regulado en el convenio y no sería el problema, que está en el tema de los horarios, ya que no se trabajan solo ocho horas, las jornadas pueden alargarse 10 o 11 horas por las esperas para cargar o descargar la mercancía, lo que dificulta mucho la conciliación laboral. Por eso, muchas personas optan por otros sectores con turnos estipulados de ocho horas, como el azulejo», indicó Martínez.

A nivel autonómico, «a corto plazo, necesitamos incorporar de forma inmediata en torno a 2.000 conductores y, a largo, un relevo generacional. La falta de chóferes ya supone operativas paradas», remarcó el vicepresidente de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET), Juan Ortega, al presentar la encuesta realizada sobre la situación del sector en la Comunitat Valenciana.

Combustible por las nubes

Sin duda, el aumento del precio del combustible es uno de los principales problemas que afecta a la rentabilidad del transporte. El precio ya se sitúa en más de 2,1 euros por litro, un 70% más que el año anterior. En cifras, llenar un camión articulado de carga general de 1.000 litros, con el que se podría recorrer 2.860 kilómetros, cuesta 838 euros más que en 2021. Esto, en la práctica, para una flota media de cuatro vehículos supone un coste de 3.252 euros más que el año anterior.

«El combustible ha pasado de significar un 30% a un 40% de nuestros costes directos. Los asociados aseguran que este incremento puede provocar cierres de empresas, un escenario que puede empeorar aún más si cabe porque no es la única partida que está creciendo», afirmó ayer el presidente de la FVET, Carlos Prades, al presentar la encuesta realizada sobre la situación del sector en la Comunitat Valenciana.

Vehículos más caros

Desde el punto de vista de la federación, a nivel de costes remarcan la adquisición de vehículos. «Si el año pasado un camión de carga general costaba 80.000 euros de media este año asciende a 110.000 euros, un 30% más», añadió Prades.

Más actividad sin ingresos

Haciendo balance del primer semestre de este ejercicio, una de cada cuatro empresas asegura que ha aumentado el volumen de operativas en un 25%. Pero este crecimiento de actividad no va acompañado de un incremento de ingresos. «Solo un 15% de los encuestados ha experimentado un repunte de ingresos y, en la mayoría de los casos, ha sido inferior al 25%. Las problemáticas que apuntamos minimizan la rentabilidad del transporte valenciano», aseguró Carlos García, secretario general de la federación.

Segundo semestre

Respecto al segundo semestre y a modos de previsiones a corto plazo, las empresas prevén una mejora de la situación como consecuencia de la entrada en vigor de nuevas medidas favorables para los transportistas, que tratan de poner fin a problemas como la carga y descarga, y la consolidación del recargo por la variación del precio del combustible. «La aplicación definitiva de este recargo es una de las medidas más estratégica y no es fácil. Esto supone cambiar el modus operandi en nuestras relaciones comerciales y, por ello, desde la federación estamos haciendo un seguimiento del grado de cumplimiento de este nuevo marco legal», afirmó García.

Calificación suficiente

En líneas generales, el sector del transporte valora la actual situación con un «suficiente», pero entorno a un 30% de los transportistas encuestados en el estudio la califica con un «suspenso» debido, principalmente, a estas problemáticas --la falta de conductores y el precio del combustible-- a las que se suma la competencia desleal, la elevada fiscalidad o la morosidad.

Ayudas directas

En línea con el Comité Nacional de Transporte por Carretera, al que pertenece FVET, la entidad demanda más ayudas directas por camión o furgoneta como ha hecho el gobierno de la Rioja recientemente, con importes de hasta 625 euros por vehículo pesado. «Reclamamos una bonificación de céntimos por litro más alta», señalaron desde la entidad valenciana.

Profesionalizar

Respecto a la formación, la entidad apuesta por profesionalizar todos los cargos del sector, desde el conductor hasta la gerencia, para mejorar la rentabilidad de las operativas y demanda más subvenciones para facilitar el acceso a la profesión. «Otras comunidades autónomas, como Castilla y León, ofrecen ayudas para obtener el permiso de conducir y el Certificado de Aptitud Profesional. Solo estos dos títulos suponen cerca de 4.000 euros. Necesitamos poder eliminar estas barreras. La Comunitat Valenciana es la tercera comunidad autónoma, por detrás de Andalucía y Cataluña, que mayor volumen de mercancías moviliza y, como tal, necesita profesionales cualificados», apuntaron.

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