El último dato del Índice de Precios al Consumo (IPC) de Castellón conocido este miércoles deja al sector del azulejo de la provincia «sin expectativas» de alcanzar un acuerdo que permita renovar el convenio a corto plazo, el cual afecta a un total de 17.180 trabajadores.
Este próximo martes, 19 de julio, tendrá lugar una nueva reunión antes del verano entre sindicatos y la patronal Ascer para tratar de desbloquear la negociación. En estos momentos, tal y como ha venido recogiendo este periódico, se encuentra estancada en lo relacionado con los salarios. Los representantes de los trabajadores reclaman su revisión conforme al IPC o, al menos, adoptar una fórmula que evite la pérdida de poder adquisitivo de los empleados, que ya fue de 3,5 puntos durante el año pasado.
El choque
Una reivindicación que, desde el primer momento, ha provocado un choque con las empresas del clúster. De hecho, en algún momento, se propuso incrementar el cómputo de la jornada laboral anual a cambio de conceder cierta alza de los salarios.
No obstante, la inflación del 11,5% aleja alcanzar puntos de encuentro el martes para sacar adelante la renovación del convenio. El representante de UGT en el proceso, Vicente Chiva evidenció las «escasas expectativas» que existen en este sentido. «Lo veo muy complicado y la inflación en el 11,5% no ayudará nada a avanzar», valoró desde el sindicato.
Piden un esfuerzo
El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en Castellón, Albert Fernández, afirmó que «la patronal está muy cerrada en su postura». En este sentido, admitió que se trata de «uno de los sectores más castigados por la crisis energética, pero la producción y las exportaciones siguen adelante, por lo que tocaría asumir un esfuerzo por su parte».
Mientras, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) ya dejó claro hace unos días que las posturas referentes al convenio «están en estos momentos muy alejadas, siendo el principal escollo la pretensión sindical de aumentos salariales ligados al IPC».
Con todo, la cita del martes será decisiva, pues de no desbloquearse aquí el asunto, se extendería con toda probabilidad, según fuentes próximas a las negociaciones, hasta después del verano. Un momento en el que se prevé que el escenario socioeconómico vaya a peor y la inflación se desboque todavía más, fundamentalmente por el encarecimiento de la energía como consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia en respuesta a la guerra provocada en territorio ucraniano.
