La patronal cerámica, Ascer, y los representantes de los sindicatos siguen sin aproximar posiciones en las negociaciones del nuevo convenio colectivo. De no haber novedades significativas, todo parece indicar que no habrá avances hasta el próximo otoño. Por parte de Ascer afirman «estar en disposición de ofrecer incrementos salariales moderados que compensen parcialmente la escalada general de los precios», aunque desde la representación de los trabajadores, Jordi Riera (CCOO), afirma que esta postura resulta «insuficiente, por lo que vemos muy complicado que haya un acuerdo próximo». Riera señala que se ha ofrecido una fórmula parecida a la del sector de la construcción, «con cláusulas que garanticen que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo al final de la vigencia del convenio». En cambio, el punto de vista empresarial expone que el incremento de los salarios «debe continuar desvinculado formalmente de la evolución del IPC», que a nivel nacional ya ha alcanzado el 10%.

Mientras, desde la patronal se advierte de «inminentes paradas de producción no previstas con la consiguiente ejecución de ERTE. El impacto global de ese y otros factores continúa deteriorando las cuentas de explotación, sin que en el medio plazo se visualice ninguna mejora", debido al fuerte repunte del precio de la energía. Por su parte los sindicatos no descartan convocar acciones de movilización y defienden que la representación de los trabajadores ha mostrado colaboración durante la pandemia, con el despliegue de ERTE, "lo que fue seguido de los mejores resultados del sector en su historia", por lo que no quieren que los sacrificios recaigan en los empleados.