La multinacional británica Victoria PLC, dueña del grupo azulejero castellonense Keraben y de la marca Saloni, ha dado a conocer el informe preliminar de sus resultados económicos correspondientes al último año, que comprende desde abril del 2021 hasta finales de marzo del presente ejercicio. Un periodo que ya refleja los efectos de la crisis energética, iniciada a finales del pasado año, así como las primeras semanas de la guerra en Ucrania.
El balance refleja que su actividad en España se mantiene como una de las más importantes del grupo a nivel mundial, con una facturación de 241,41 millones de euros (205,8 millones de libras), lo que supone un incremento del 4,36% respecto al ejercicio anterior. Victoria, que además de productos cerámicos se dedica a la fabricación de otras modalidades de pavimento, como moqueta y parqué, facturó en total 1019,8 millones de libras esterlinas, de modo que el negocio en España representa el 20,18% de todo el grupo.
Según el informe publicado por Victoria, el último año «no se han producido nuevas adquisiciones en España», aunque hubo «un crecimiento significativo de los ingresos», a pesar «de la continua y sustancial interrupción de las acciones ordenadas por el gobierno relacionadas con el covid-19 que duraron mucho más que en otros países europeos».
Nuevo rumbo
Los resultados de la multinacional también muestran los cambios de estrategia, especialmente en lo que respecta al segmento de productos cerámicos. Italia, con un volumen inferior al de las plantas en Castellón, finalizó el pasado año un programa de inversiones de 10 millones de euros, con la adquisición de una nueva planta y la adecuación de otra adquirida en febrero del 2020. «A pesar de agregar una cantidad muy importante de capacidad, se vendió toda la producción adicional y tenemos una acumulación de pedidos de muchos meses», indican. La facturación en Italia fue de 182 millones de euros, un 82% más que en el ejercicio anterior.
La otra gran incorporación fue la de la fábrica Graniser, en Turquía, como una forma de reducir costes y sumar competitividad. En el balance ya constan unos 40 millones de euros en ingresos. «El negocio nos brinda una ventaja competitiva significativa para ciertas líneas de productos y mercados finales», apuntan. El presidente ejecutivo de Victoria, Geoff Wilding, destacó que el grupo mantiene «una posición operativa envidiable gracias a los logros de nuestro equipo de gestión» en un año «que ha visto la inflación más alta en una generación junto con una interrupción masiva de las cadenas de suministro globales».
