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mayor facturación en los negocios

Las discotecas de Castellón detectan un mayor consumo por la «caída» del botellón

El sector aplaude que esta práctica ilegal vaya a menos después de la pandemia

Imagen de restos de botellón en Castelló. Mediterráneo

Ha sido durante años uno de los principales caballos de batalla de ayuntamientos y cuerpos de seguridad. El incremento de los controles y una mayor dureza en las ordenanzas municipales parece que no tuvieron el mismo efecto que ha tenido la pandemia. El botellón muestra claros síntomas de agotamiento debido a las duras restricciones que se impusieron durante la crisis del coronavirus, obligando a un cambio en los modelos de ocio. Así lo constata el sector del ocio, que siempre ha reivindicado un mayor control para poner cerco a esta práctica ilegal que les restaba un importante porcentaje de facturación.

«El consumo se ha recuperado, tanto entre la gente un poco más mayor como en los más jóvenes. El botellón siempre ha sido el mayor de nuestros problemas y ahora vemos que casi no hay en zonas de aparcamiento o en la vía pública, puede ser que sea algo pasajero, no lo sabemos», explicó el presidente de la asociación On Castellón, Carlos Sánchez

Medidas disuasorias

El sector achaca este hecho a las consecuencias en el modelo de divertirse de las restricciones más duras de la pandemia, como fueron los toques de queda, los aforos limitados en los locales y un mayor control. «Ahora está siendo más complicado ver botellones, esperemos que no se baje la guardia y esto siga así», explicó Sánchez. 

Y es que si no se consume alcohol de manera ilegal en la vía pública se hace dentro de los locales, lo que permite a los negocios aumentar la facturación de manera más que considerable, teniendo en cuenta que en muchos establecimientos no se paga por entrar y esta es la fuente de ingresos.

La mitad hace botellón

Según la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes 2021), siete de cada diez estudiantes de entre 14 y 18 años asegura haber consumido alcohol alguna vez; una en el último mes; un tercio ha cogido una borrachera en el último año y casi la mitad declara haber participado en un botellón.

«El alcohol es la puerta de entrada a otras conductas»

Más allá de la vertiente relacionada con el ocio y el negocio propiamente dicho, el consumo de alcohol irresponsable resulta una práctica problemática. El psicólogo de la Fundación Patim de Castellón, Julio Abad, recuerda que es fundamental la moderación para prevenir comportamientos que pueden acarrear problemas, además pone el énfasis en la necesidad de lograr dejar de vincular el ocio y el consumo de alcohol. «Tenemos un patrón cultural y social muy establecido», lamentó Abad.

Es ahora en la época de verano cuando muchos jóvenes se inician en esta práctica, por ejemplo, en fiestas populares. «En verano parece socialmente que está mejor visto», explicó.

«No hay que olvidar que el alcohol es la puerta de entrada de otros comportamientos o conductas peligrosas, como conducir ebrio o llevar a cabo conductas sexuales de riesgo», señaló el psicólogo de Patim.

Los adolescentes de Castellón beben alcohol cada vez más pronto: a los 13,8 años de media, algo por debajo de la nacional que está en los 14.

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