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La demanda va «lenta» frente al enorme ‘boom’ de los otros dos veranos de pandemia

El alojamiento rural flojea aun con el tirón de las fiestas populares en Castellón

Verbenas y toros regresan por fin al 100% de normalidad para la Virgen de la Asunción y Sant Roc. Los festejos de agosto atraen más a «familiares y amigos a segundas residencias»

Morella en verano. J. ORTÍ

Agosto es sinónimo de festejos populares en casi todos los pueblos del interior de Castellón pero lo cierto es que la recuperación de verbenas y bous al carrer al 100% de normalidad, sin restricciones, no constituyen suficiente gancho como para animar las reservas en los alojamientos turísticos de estos municipios, que para este octavo mes del año van «lentas». 

El presidente de la Asociación de Turismo Rural (ATR), Joaquín Deusdad, explicó que aunque eventos como l’Aplec han tirado de la ocupación de fin de semana, para agosto las reservas no avanzan al ritmo que esperaban, tras dos muy buenos veranos de ocupación debido a que con la pandemia el cliente prefirió una casa rural antes que un crucero o destino de larga distancia.

«Por ahora la ocupación está al 60% para agosto. No hay tanta reservas como en las campañas estivales del 2020 y 2021, cuando se superó el 80% de plazas al completo», indicó Deusdad. «Las fiestas de agosto --de la Virgen de la Asunción y Sant Roc-- constituyen un atractivo más para las segundas residencias de quien tiene vínculos familiares. Es más difícil que alguien que viene de fuera reserve alojamiento rural para hacer turismo porque hay toros u orquesta, a no ser que venga algún famoso a ofrecer un concierto», analizó al respecto el empresario.

El perfil de quién sí elige un destino rural

Quienes sí están reservando este verano en casas y hoteles rurales de Castellón son, principalmente, visitantes de la Comunitat y de Cataluña. «Se están vendiendo vacaciones sobre todo a gente originaria de estos territorios pero el turista todavía anda con precaución. El sector espera que con la última hora se llene pero no está la alegría de años anteriores, cuando debido al covid se buscaba refugio en el interior», manifestó. Todavía hoy el coronavirus está detrás de cancelaciones, debido a contagios de última hora que obligan a tener que anular las vacaciones contratadas.

¿Y a qué se debe esa ralentización en el turismo rural? Para Deusdad, las noticias económicas pesan mucho. «Creo que el contexto de la inflación de que suben los precios y el anuncio de que viene una crisis no está ayudando nada en la toma de decisiones de irse de vacaciones. Nuestros precios han subido, pero no demasiado, pero sí la gasolina, la luz,...Quizás la gente elige venir menos días, o ya hicieron turismo de proximidad con el bonoviaje y ahora prefieren viajes más largos...», meditó. 

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