En uno de los veranos más calurosos y con niveles de alerta por riesgo de incendios de medio a alto en la Comunitat durante todo el mes de julio, resulta difícil de entender que el observatorio que el servicio de prevención de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica tiene en el parque natural de Peñagolosa haya permanecido cerrado durante las últimas dos semanas.

Ha sido así, como confirman desde la propia conselleria, porque se debía realizar una reforma de este punto de vigilancia, un cambio de las ventanas. Lo que llama la atención del proyecto no es el objetivo, sino el momento que se ha escogido para desarrollar esta adecuación. Según explican desde el departamento, se dejó para el verano porque el observatorio se encuentra «en una zona de difícil acceso y las condiciones de trabajo que había que realizar a esa altura son mejores ahora».

No coinciden en esa idoneidad los profesionales de la prevención y extinción de incendios que informaron a este periódico sobre esta circunstancia. Y es que consideran que, de los doce meses del año, si se descartan los que tienen unas condiciones meteorológicas más extremas por el frío y la nieve, la conselleria ha programado el cierre para el de julio, en la época álgida de incendios y cuando estos puntos de vigilancia cobran una relevancia mayor, en especial este año, en el que se han producido varios fuegos en los que se ha demostrado que la detección y el seguimiento es esencial, como el que afectó a Fuentes de Ayódar.

Durante el tiempo en que han durado las obras, la alternativa que han dado a quienes debían vigilar la zona ha sido realizar inspecciones en vehículo, entrar en el observatorio cuando los operarios no estuvieran trabajando --aunque es una superficie muy pequeña y estaba llena de material--,  o vigilar desde el exterior de la caseta sin protección del sol.

Mañana vuelve a abrirse

Tras ese periodo de cierre, que ha generado gran preocupación entre quienes participan activamente en la prevención de incendios, conselleria confirma que volverá a abrirse mañana miércoles sin que, por fortuna, se haya producido ningún incendio en su ámbito de vigilancia, como destacan los profesionales consultados.

De la importancia de los observatorios quedó constancia, como se ha mencionado, en el incendio forestal de Fuentes de Ayódar declarado el 22 de julio, muy cerca de su núcleo urbano y en pleno Parque Natural. El 112 recibió el aviso de que habían visto llamas en las inmediaciones de una pistas forestal y, de manera inmediata, desde la central de Castelló se ordenó el desplazamiento de las unidades de vigilancia de la zona para confirmar y ubicar el fuego mientras que, desde los observatorios, seguían su evolución e informaban al respecto para la toma de importantes decisiones desde Emergencias. Esa coordinación, la rapidez y el gran despliegue de medios, evitó lo que podría haber sido, según describieron desde Bombers de Diputación, «un desastre ecológico para la zona».

Y ese no es el único problema. Según fuentes consultadas, hace falta una actualización de los medios con que cuenta la Generalitat. Exponen que, por ejemplo, en Fuentes de Ayódar, la autobomba de Altura no pudo participar en la extinción por una avería en los frenos, algo que resulta incomprensible, critican, en plena campaña antiincendios.