El Periódico Mediterráneo

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LENTITUD ADMINISTRATIVA

La cerámica de Castellón critica que las ayudas para el sector llegan a cuentagotas

La patronal Ascer recuerda que las medidas del Gobierno son insuficientes ante el sobrecoste energético

La partida prevista para ayudas a las empresas con un elevado consumo de gas sigue sin abonarse a la mayoría. GABRIEL UTIEL BLANCO

La industria azulejera de Castellón, de la que depende un importante porcentaje de la riqueza de la provincia y que es referente mundial en la fabricación de estos productos, atraviesa desde hace meses una preocupante crisis energética que pone en jaque la competitividad del sector. Para hacer frente a esta dificultad, centrada en una subida sin freno del precio del gas natural, a finales de marzo el Gobierno incluyó dentro de un paquete de medidas económicas ayudas a fondo perdido para la industria gasintensiva. Cada empresa podía percibir hasta 400.000 euros, a razón de 5.000 euros por empleado. Aportaciones que, como apuntan desde la patronal Ascer, llegan a cuentagotas.

Según indica el secretario general de esta organización, Alberto Echavarría, «de los 158 expedientes positivos de ayuda a empresas gasintensivas del sector cerámico solo 48 han llegado a las compañías». Menos de la tercera parte. El directivo de Ascer remarcó que estas ayudas eran «urgentes», algo que no concuerda con el ritmo de entrega de las cantidades prometidas. Han pasado más de cuatro meses desde que se anunció la medida y la mayoría de industrias del sector no ha visto todavía el dinero que tanto necesitan.

No es la primera vez que desde la agrupación de fabricantes de baldosas cerámicas se advierte del retraso a la hora de recibir esta aportación monetaria. El 3 de junio era la fecha prevista para las transferencias, según anunció días antes el Ministerio de Industria. Llegado el día, las ayudas no estaban. «Existe cierto nerviosismo en el sector, vemos cómo los meses van pasando sin que realmente se hayan implementado medidas de apoyo a los sectores económicos afectados», mencionó en ese momento Alberto Echavarría. En esa ocasión la Agencia Tributaria --el organismo estatal encargado de tramitar los pagos-- justificó la demora en que a empresas que optaban al dinero se les habían «precisado requerimientos de información, que implicaban demorar el proceso, aunque han pasado otros dos meses desde entonces.

La partida prevista por el Gobierno era de 125 millones de euros, a repartir tanto entre las empresas cerámicas como las dedicadas a la fabricación de papel y vidrio. Sectores que coinciden en el alto consumo de gas natural para sus procesos productivos.

Controversia

La aportación para las gasintensivas comenzó con mal pie, ya que en un principio quedaron excluidas otras empresas del clúster cerámico que también utilizan mucho gas, como las fábricas de esmaltes y fritas o las atomizadoras. Algo que generó fuertes críticas en la patronal de los esmaltes, Anffecc, al considerar injusta su exclusión. Posteriormente, dentro del nuevo paquete de medidas del Gobierno aprobado el 25 de junio, ya se incluyó a este sector, también con un tope de 400.000 euros y un ingreso de 2.600 euros por empleado.

La industria relacionada con la cerámica y el resto de gasintensivas también lamentaron que estas ayudas fueran «escasas» ante el fuerte incremento del coste del gas. Desde Ascer señalaron que el dinero máximo a percibir por empresa apenas equivalía a unos pocos meses de consumo de gas. Los empresarios reclamaron otras actuaciones, como una rebaja de impuestos y de costes de peajes al gas, que a día de hoy siguen sin haberse atendido.  

El gas sigue en los 200 euros y pone en jaque a la industria

Mientras se alza la voz por la tardanza en recibir las ayudas a las empresas afectadas por los sobrecostes energéticos, el gas natural se mantiene en unos preocupantes 200 euros por megavatio hora, diez veces más de lo que costaba en la primavera del pasado año. Hace solo un mes, Ascer calculó que la factura de gas en el 2022 crecería un 156% en base a los precios de los primeros cinco meses del año, pero este fuerte repunte «hará que la previsión se quede lamentablemente bastante corta». Ante este panorama hay hornos que han parado la actividad y numerosas empresas han presentado solicitudes de ERTE. 


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