«Da igual quiénes seamos o de dónde vengamos, a todos nos une una misma causa: salvar a los animales que están en la calle». Estas son las palabras de Pilar Siurana, una voluntaria del Grupo de Rescate de Animales de Castellón (GRA), tras completar un seguimiento que llevaban planificando prácticamente desde enero. El objetivo: capturar a Nela, una podenca abandonada que rondaba por Cabanes pero que no se dejaba atrapar.

Si hace algunas semanas relatábamos el triste final de Tanca, otra podanca que llevó de cabeza a sus rescatistas en la zona de Soneja durante meses, esta vez, la historia acabó de una manera muy distinta, la mejor posible, como consecuencia de la constancia de un grupo de personas que decidieron aliarse para garantizar el bienestar de una perra más de tantas y tantas abandonadas a su suerte.

Esta noticia tiene varios elementos destacados: el hecho de que haya un perro menos abandonado deambulando por calles y carreteras después de tantos meses expuesto. Pero también ayuda a visibilizar el trabajo que realizan protectores de animales y personas anónimas que no pueden quedarse impasibles frente al abandono. «Da igual quiénes seamos o de dónde vengamos, a todos nos une una misma causa: salvar a los animales que están en la calle». Estas son las palabras de Pilar Siurana, una voluntaria del Grupo de Rescate de Animales de Castellón (GRA), tras completar un seguimiento que llevaban planificando prácticamente desde enero. El objetivo: capturar a Nela, una podenca abandonada que rondaba por Cabanes pero que no se dejaba atrapar.

Si hace algunas semanas relatábamos el triste final de Tanca, otra podanca que llevó de cabeza a sus rescatistas en la zona de Soneja durante meses, esta vez, la historia acabó de una manera muy distinta, la mejor posible, como consecuencia de la constancia de un grupo de personas que decidieron aliarse para garantizar el bienestar de una perra más de tantas y tantas abandonadas a su suerte.

Esta noticia tiene varios elementos destacados: el hecho de que haya un perro menos abandonado deambulando por calles y carreteras después de tantos meses expuesto. Pero también ayuda a visibilizar el trabajo que realizan protectores de animales y personas anónimas que no pueden quedarse impasibles frente al abandono.