Castelló vivió en la noche del sábado al domingo la noche más calurosa de toda su historia. Así lo confirmó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Los 28,4ºC registrados en la madrugada de ayer se han convertido en el valor más alto de los últimos 111 años (los datos del organismo comienzan a recopilarse en 1911). 

Mismo récord se batió en Alicante (29ºC) y en València (27,5) y es que la madrugada fue realmente asfixiante. En plena ola de calor los dispositivos de aire acondicionado y ventiladores se hacen indispensables para poder conciliar el sueño y la factura de la luz del mes de agosto se prevé más abultada todavía tras la subida de los precios debido a las actuales condiciones climatológicas. 

«Esta semana he tenido que poner el aire acondicionado a 27 grados durante toda la noche para poder dormir en Castelló, cuando el resto del verano lo programo para que se encienda solo en ciertas horas o duermo con las ventanas abiertas», explica Alicia Ballester, vecina del PAU Lledó.

En el PAU Sensal son muchos los vecinos que estos días han apurado el horario de las piscinas comunitarias para darse un chapuzón antes de irse a dormir. Algunas fincas han planteado, debido a la actual situación meteorológica, una ampliación del horario.

«En mi caso, antes de irme a la cama, meto botellas de agua que tengo congeladas para refrescarlas y me funciona muy bien. Durante el día, bajo persianas y corro cortinas para que la temperatura de la casa no suba tanto», explica Noelia García, vecina de Sensal.

La utilización de prendas y sábanas de algodón o ventilar la casa, generando corrientes de aire son algunos trucos para combatir el calor sin que la factura de la luz experimente una subida acusada. Las plantas, sin embargo, también son buenas aliadas. Además de decorar y dar vida al hogar, son capaces de refrescar el ambiente. Esto lo consiguen gracias a la transpiración, un proceso por el cual las plantas absorben el calor y evaporan el agua, lo que permite refrescar el lugar donde estén. 

El mar dio ayer un respiro a los castellonenses en plena ola de calor. Frank Palace

Piscinas, playas y ríos se convierten en un buscado oasis

Piscinas, playas, ríos e incluso fuentes. Cualquier sitio con agua era bienvenido ayer en la provincia para huir del sofocante calor. Estos espacios se han convertido en los últimos días en un auténtico oasis en medio del desierto en el que la ola de calor ha convertido a la provincia de Castellón. 

La playa del Gurugú en Castelló, la del Eurosol en Benicàssim o Morro de Gos en Orpesa estaban ayer hasta la bandera, al igual de las piscinas de miles de apartamentos y villas de norte a sur de la geografía provincial. Y no era para menos, pues el mercurio llegó hasta los 39,8ºC en Tales, que marcó la máxima provincial.

En Jérica se alcanzaron los 38,4ºC y la Vall d’Uixó y Ayódar llegaron a 37,8. En la capital de la Plana se superaron los 36º y en puntos del interior como Morella se rozaron los 34 en una jornada de lo más sofocante. Por lo que respecta a las mínimas, Cinctorres fue el municipio con una temperatura menor y, sin embargo, fue de nada menos que 22 grados.

Este lunes festivo del 15 de agosto, las máximas se prevé que bajen tres grados en Castelló y a lo largo de la semana el techo térmico en la Plana podría bajar a los 30ºC, mientras que las mínimas serían de entorno a 20. En el interior las máximas se mantendrán similares a las de la costa, aunque las mínimas darán un respiro al ser de entre 12 y 15ºC.