El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ECONOMÍA

Los ayuntamientos de Castellón pierden 2,3 millones tras la rebaja del IBI

Pese al descenso, las arcas municipales ingresan 223 millones de euros, más del doble que en el 2006

Varios viandantes pasan frente a la oficina municipal de recaudación de Castelló, en la céntrica calle Gobernado S PACO POYATO

Se llama impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) y es considerado la columna vertebral de la recaudación local. Gracias a la popularmente conocida como contribución, un tributo que ha sobrevivido a todas las burbujas inmobiliarias y las crisis, y que grava la mera propiedad de los inmuebles, los ayuntamientos de Castellón se garantizan cada año más de la mitad de sus ingresos, lo que explica porqué los alcaldes se agarran como clavo ardiendo a un impuesto cuya recaudación se ha duplicado desde el 2006. Sin embargo, el 2021 fue una clara excepción y los consistorios de la provincia perdieron ingresos. Los cobros ascendieron a poco más de 223 millones de euros, 2,3 millones menos que durante el ejercicio anterior.

Las oficinas de recaudación de los ayuntamientos de Castellón tramitaron el año pasado 687.025 recibos del IBI urbano, un millar más que en 2020, un alza que se explica por la regularización de bienes sin inscribir en los registros de la propiedad. Pero aún así, la recaudación por este concepto retrocedió ligeramente y en el conjunto de la provincia sumó 223,4 millones, lejos del récord histórico que se registró en el 2017, cuando los ingresos superaron los 226,3 millones, según datos de la Dirección General del Catastro y las liquidaciones contables del Ministerio de Hacienda. 

Rebajas en el valor catastral

Pero, ¿cómo se explica que aumenten los recibos que tramita la administración local y la recaudación evolucione a la baja? El principal motivo hay que buscarlo en la reducción de tasas impositivas que han aplicado muchos ayuntamientos de Castellón tras los catastrazos de años anteriores. Y un ejemplo es el consistorio de la capital, que el pasado ejercicio recaudó 50,8 millones en concepto de IBI, 6,4 millones menos que en 2020. El ayuntamiento de la capital de la Plana ingresa menos vía IBI y el equipo de gobierno que preside Amparo Marco lo justifica en las tres últimas rebajas de los valores catastrales solicitados a la Gerencia Territorial del Catastro y que han implicado un descenso acumulado del 18% de los valores catastrales de los inmuebles urbanos desde el 2017. «La primera de estas revisiones se solicitó en el 2017, una vez pasados los cinco años que exige la legislación desde que se realizó la última ponencia de valores, que fue en 2012», argumentan desde el consistorio.

Onda es otra de las localidades de la provincia cuyos ingresos por IBI han menguado. Así, y siempre según los datos del Catastro, en 2021 el consistorio recaudó 8,4 millones por IBI, mientras que un año antes la cifra fue de 8,8 millones. Y este ejercicio la previsión es que la recaudación siga a la baja, ya que en este 2022 culmina la rebaja de un 11% en el IBI iniciada en esta legislatura, que ha pasado del 0,72% en 2019, al 0,61%.

El doble que hace quince años

Los ingresos por IBI echan el freno en Castellón y lo hacen tras muchos años de fuertes incrementos. Los algo más de 223 millones que se embolsaron los ayuntamientos de Castellón en el 2021 están a años luz de la cantidad registrada en el 2006. Hace quince años, antes de que los alcaldes de todos los colores políticos iniciaran la carrera de subida de tipos, la recaudación ascendió a 113,6 millones de euros. En esa carrera ascendente también han tenido que ver los planes de regularización puestos en marcha por Hacienda para sacar a la luz construcciones irregulares y que solo en la provincia han hecho que afloren cerca de 45.000 inmuebles fantasma. 

Varios viandantes pasan frente a la oficina municipal de recaudación de Castelló, en la céntrica calle Gobernador.  

Compartir el artículo

stats