El Periódico Mediterráneo

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REPORTAJE DEL DOMINGO

Los guardianes de los 'bous al carrer'

La organización de festejos taurinos es imposible sin la implicación de una serie de personas que velan por su seguridad: médicos, policías, pastores, voluntarios, peñas, montadores de barreras... Todos tienen una visión clara de la situación actual

En pleno debate sobre la seguridad en los 'bous al carrer' los que se encargan de velar por ella, aportan su visión. ERIK PRADAS

¿Pueden los bous al carrer ser más seguros? Es una pregunta con varios matices importantes a tener en cuenta cuando se le formula a quienes están implicados directamente en garantizar que así sea. Resulta complicado encontrar a alguno de esos guardianes de la fiesta que diga rotundamente que no. Son los primeros en defender que el protagonista es un animal bravo ante el que nunca existirá el riesgo cero. Dicho lo cual, aunque siempre hay margen de mejora, la voz común es la del argumento expuesto muchas veces los últimos días: la normativa de la Comunitat Valenciana en esta materia es una de las más estrictas de todo el territorio nacional.

Se saben en el punto de mira, razón por la cual, cuando se habla con alguien implicado de forma voluntaria o profesional en la organización de bous al carrer, remarcan una cuestión esencial: la implicación de la afición taurina es clave y la mejor estrategia de defensa de esta tradición que cuenta con cientos de miles de seguidores y no pocos detractores.

Su preocupación son aquellos que se toman a la ligera la celebración de actos taurinos en la calle, tanto ayuntamientos como organizadores y asistentes. Las personas implicadas, las que asumen la exigente y comprometida responsabilidad de velar por afición y astados, piden sobre todo mucha seriedad. El peor enemigo de los bous al carrer, bien mirado, no es quien quiere abolirlos sino quien se hace llamar taurino pero no es estricto en el aspecto principal: garantizar la seguridad sin peros, matices ni vistas gordas

Los 'guardianes'

Siete voces de siete personas que velan en cada festejo organizado por la seguridad de los 'bous al carrer'.

Enrique Diago, médico

Enrique Diago lleva más de 30 años haciendo guardias taurinas en la Vall y en otros municipios. Actúa cuando el accidente ya se ha producido y tiene claro que en su campo no se pueden racanear recursos. «Cumplir el decreto es fácil, incluso hacerlo con poco dinero, pero debe hacerse con seguridad». Se refiere a municipios que no cuentan con un botiquín adecuado fuera del recinto y que deberían priorizar tenerlo. «Una ambulancia es un vehículo de traslado» y no puede haber traslado sin estabilización.

Defiende que la labor fundamental está «en la prevención» y destaca como la Vall ha abordado esta cuestión. En los recintos deben haber unidades «bien equipadas» y especialistas en tratar politraumatismos, que es el perfil de la mayor parte de los heridos. 

Pepe 'Bomba', presidente Comissió del Bou de Nules

Pepe Bomba lleva prácticamente toda la vida al frente de los actos taurinos de las fiestas patronales de Nules y tiene claro que los problemas de seguridad hoy en día «no están en la organización» sino en la gente «que no es consciente de que el toro mata, y no le tiene respeto».

En esas circunstancias, el papel de los voluntarios taurinos que conforman la Comissió del Bou que él dirige no es sencilla, porque hay personas «a las que sacas por una barrera y se meten por otra». A su parecer, lo que debería analizarse es cómo se respalda el trabajo que realizan estos voluntarios y cómo se vigilan los accesos para garantizar el cumplimiento de un decreto que, como también remarca, «hace la gente que no está en la calle» sin consultar a quienes sí que lo están. 

Javier Samper, de Barreras Samper

Con 56 años de experiencia en el sector del montaje de infraestructuras de seguridad para festejos taurinos, Barreras Samper tiene una máxima «la seguridad es lo primero» y no hay excusas para comprometerla. «Vivimos de esto, no podemos permitirnos ningún descuido», asegura Javier, gerente junto a su hermano de esta empresa de l’Alcora dirigida por almazorenses.

Asegura que realizan una inspección anual interna de todas sus instalaciones, independiente a la que pasan en cada uno de los municipos en los que les alquilan barreras o cadafals, pero también advierte que hay municipios que pasan por alto cuestiones que podrían comprometer la seguridad «y nos negamos a trabajar así». En seguridad «no hay que escatimar esfuerzos ni dinero». 

Vicent García 'Guerrita', director de lidia

Vicent García Guerrita lleva 15 años ejerciendo funciones de director de lidia en Onda, y otros municipios de Castellón, Valencia y Teruel. Su misión es «estar encima del toro para garantizar su seguridad y la de todos los participantes». Y en esa labor, considera que la implicación de los aficionados, más hoy que nunca, es esencial. «Todos debemos poner el máximo de atención en la seguridad dentro del recinto, porque nos están mirando hasta el mínimo detalle». 

Resalta acciones impulsadas en Onda, el único municipio «que yo conozca» con seguridad privada para asegurar que no hay menores ni personas sin facultades en el recinto, y con una nueva figura, la del director de toriles, que velará por los bous. «El esfuerzo en seguridad es máximo», afirma. 

Javier Belenguer, director de festejos

«El exceso de confianza mata», afirma quien ejerce de director de festejos en la Vall d’Uixó desde el 2006. «Pasa en los bous al carrer, en la playa, al volante...», detalla. Considera que en la práctica totalidad de los incidentes registrados esta temporada «no ha habido una dejadez de funciones, han sido accidentes no atribuibles ni a falta de normativa ni a ninguna persona encargada de la seguridad». Del mismo modo, defiende que los voluntarios taurinos «necesitan formación», sobre todo en cuestiones jurídicas, de primeros auxilios y de bienestar animal «para que sepan reaccionar bien cuando haga falta». Es imprescindible, indica, que sepan cuáles son sus responsabilidades y qué pueden hacer «para garantizar la seguridad que se les ha encomendado». 

Alexis Albao, colaborador de Germán Vidal

Después de 25 años colaborando con Germán Vidal en temporada de festejos taurinos, Alexis Albao ha creado un vínculo con las vacas y los toros de esta ganadería hasta el punto de «sentirlos como si fueran míos», razón por la cual se preocupa de que siempre estén bien como, según defienden, hacen todos los ganaderos y pastores, porque de ese bienestar depende su sustento.

Su función, desde que los carga en la finca hasta que los devuelve, es velar por ellos, y esa es la razón por la que echa a faltar, en algunos municipios, que en los toriles «se creen zonas de sombra». Él se preocupa de que no les falte el agua, ni el alimento, pero «en algunos toriles, la mayoría hechos con chapas metálicas que pueden alcanzar mucha temperatura. Sería una mejora necesaria». 

Quique Mollá, presidente de la peña El Caragol

Durante más de 40 años, la peña El Caragol de Almassora ha organizado bous en la ciudad. De hecho, son copatrocinadores de su encierro de cerriles. El presidente, Quique Mollá, defiende que su implicación en la seguridad de estos eventos es máxima, porque son los primeros en querer que se celebren «sin incidentes», conscientes como son de que «el riesgo 0 no existe, porque hay un animal bravo en la calle». Considera que los sucesos que se están produciendo vinculados con la fiesta, prácticamente en su totalidad, «son accidentes, no tienen que ver con las medidas de seguridad», que son muchas y estrictas.

El debate actual lo generan, según opina, quienes «quieren atacar a la fiesta y como no pueden hacerlo legalmente, se centran solo en los accidentes». 

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