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Adaptación de accesos y otros aparatos

El comercio de Castellón asume "con dificultad" las medidas de ahorro energético

Las pequeñas tiendas denuncian el sobrecoste al que deben hacer frente

Personal de una tienda de zapatos de la capital de la Plana adapta la temperatura del aire acondicionado. GABRIEL UTIEL

El pequeño comercio de la provincia de Castellón no solo afronta un otoño complicado por la inflación, como publicó este diario. A corto plazo debe asumir las medidas de ahorro energético establecidas por el Gobierno central aunque lo hace «con dificultades», en especial por el sobrecoste que implican algunas de las adaptaciones a acometer, como la instalación --antes del 30 de septiembre-- de un mecanismo de cierre automático de puertas.

Así lo asegura la secretaria general de Confecomerç Castellón, Tere Esteve, quien valora que «al final los establecimientos están acatando los cambios, aunque sea asumiendo el coste de poner una puerta automática». La representante de la agrupación mayoritaria del sector incide en que existen tiendas que no tienen capacidad suficiente para sufragar los gastos: «En épocas normales no hubiera pasado nada, pero este sobrecoste llega en plena inflación».

Falta de diálogo

El presidente de la entidad, Juan Adsuara, carga fundamentalmente contra la falta de diálogo con ellos: «El decreto se publicó sin hablar con nadie ni tener en cuenta al pequeño comercio», sostiene. En cifras, cuestiones como el cierre automático que pide el ejecutivo central puede oscilar, según las empresas especializadas consultadas, entre los 200 euros de un sencillo muelle hasta los 4.000 euros en el caso de instalar una puerta con sensor y mecanismo eléctrico de apertura y cierre.

Ante eso, la adaptación resulta gradual y las compañías dedicadas a la fabricación de estos productos aseguran ser todavía ajenas al auge de la demanda. El gerente de puertas Jeal-Torpal, Jesús Soto, dice que no les están llegando peticiones: «Todos los presupuestos que nos piden no guardan ninguna relación con el ahorro energético. La mayoría son reacios a estos cambios», defiende.

Postura similar mantienen en Tecniporta, desde la que apuntan que «no estamos notando ninguna demanda mayor por este tema», lo que atribuyen a que «la gente está esperando a más adelante o bien ignora la obligación».

Luces de Navidad

Otro aspecto que preocupa a los comerciantes pasa por el devenir de las luces de Navidad, un elemento que «sirven para atraer ventas y dinamizar las zonas comerciales». «Hemos lanzado la propuesta de poder instalarlas y hacer uso de las mismas al menos mientras los comercios se encuentren abiertos», adelantan, a falta de una mayor concreción en los próximos meses, durante los que el sector teme que se produzca una oleada de cierres. 

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