En torno a 33 fincas rústicas cambian de mano cada día en Castellón. Es la media que se desprende de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el primer semestre de este año, periodo en el que se mantiene la estela del boom de compraventas de este tipo de propiedades vivido en la provincia durante el ejercicio de 2021, tal y como informó Mediterráneo.
Los números del INE muestran que entre enero y junio se materializaron 5.544 transmisiones patrimoniales de terrenos agrarios, de los que la mayor parte, 2.328 se produjeron a través de herencias. Esta última cifra es muy abultada, como consecuencia en buena parte del intenso minifundismo que continúa vigente en el campo castellonense, de modo que un único legador puede dejar en su testamento decenas de pequeñas fincas. Este capítulo ha crecido un 13% en relación con el mismo periodo del último año.
Sin embargo, las donaciones (259) y las permutas (11), además de suponer paquetes mucho menores, muestran una suave evolución a la baja. El sistema de transmisión más destacado, el de la compraventa, ha supuesto en el primer semestre 2.073 transacciones, lo que representa la mencionada media aproximada de 33 cada día, es decir, 231 a la semana si se contabilizan también los domingos y festivos.
El total, ligeramente inferior a las 2.331 adquisiciones registradas en el primer semestre de 2021, apenas significaría, a falta de conocer la evolución de la segunda parte del ejercicio, que se ha estabilizado la intensa evolución al alza que tuvo lugar el pasado año en su conjunto, cuando se doblaron prácticamente las cifras de 2019, el último periodo antes de producirse la pandemia del coronavirus, al sumar más de 4.000 operaciones de compraventa.
Huertos solares
Una de las razones que explica el fuerte impulso al interés por fincas rústicas, a menudo de gran tamaño o que consolidan varias más pequeñas en una única propiedad, es el estallido de los proyectos para la instalación de plantas fotovoltaicas, integradas dentro de los mil millones de euros de inversión que están proyectados en Castellón para iniciativas vinculadas con las energías renovables.
El aumento de la demanda ha supuesto ya el incremento también de los precios, y hay empresas promotoras que llegan a ofrecer entre 1.000 y 1.500 euros por hectárea y año de terrenos sobre los que se prevé instalar un huerto solar. La motivación tradicional para comprar un terreno rústico, explotarlo con algún tipo de cultivo o actividad ganadera, queda en este caso en un plano casi marginal en el caso de la provincia.
No obstante, en el ámbito nacional, expertos como Regino Coca, fundador y CEO de la plataforma especializada Cocampo, atribuye el mayor interés inversor a los cambios sociales por la pandemia y la situación generalizada de incremento de precios.
