Buscar un piso económico donde vivir se ha convertido en una odisea. Si antes la alternativa a Castelló capital, con los precios más altos, eran los municipios más próximos, ahora las tarifas también se han disparado en esos pueblos limítrofes ante la escasa oferta por miedo a la morosidad. Otras causa de esta situación es la elevada demanda, en un momento en el que el acceso al crédito se complica y los gastos son cada vez mayores por la inflación.
Inmobiliarias consultadas por Mediterráneo y portales de internet dan como resultado incrementos del 10% de los alquileres mensuales por viviendas en ocasiones de calidad media y baja, que han subido entre 50 y 100 euros respecto a la temporada pasada. Un mercado de otoño-invierno más caro, con un repunte que llega tras un verano donde los alquileres en zonas turísticas también han experimentado un ascenso por la alta demanda.
Los propietarios aspiran a más
El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en Castellón (Coapi), Francisco Nomdedeu, explicó que «a veces la oferta que hacen los particulares es una cuantía más alta, y nosotros les hacemos ver la realidad. Los salarios son los que son y más de un tanto por cien no se puede pedir porque luego está la luz, el gas y más cosas que han subido».
Nomdedeu valoró que «en municipios que no son Castelló capital también hay oferta constante por motivos laborales. Siempre hay demanda. En Vila-real y otros de la zona ha podido subir un 10% el precio del piso de alquiler en este último año y en Castellón un poco más, hasta el 12%». ¿Por qué? «Muy poca oferta y mucha demanda. Mucha gente que pensaba comprar una vivienda lo descarta, aunque tenga un contrato fijo, por la situación actual de incertidumbre y porque es más difícil y caro el préstamo; y decide alquilar por ahora. Vuelve a haber compradores de pisos para invertir y destinar a arrendar», declaró.
En Burriana ha pasado igual que en otros municipios medianos de la provincia. Desde la inmobiliaria Inmar analizan que «de entre 150 a 200 viviendas en cartera para alquilar hemos notado un cambio tremendo. Subidas de precio entre un 15 y un 20% más. Tanto en edificios de más de 30 años como en las seminuevas, que incluso se han encarecido hasta un 40%». Si hace un año era habitual encontrar alquileres de 300 euros, «ahora no baja ninguno de 450 euros y son fincas sin ascensor. Si son seminuevos, por menos de 500 no hay, y con garaje y buena ubicación, se va a 650 o 700. Y en unifamiliar, hay una oferta más limitada y todavía más cara», repasaron los agentes.
El extremo: 6.000 € al mes
- Plana Alta, Baix Maestrat y Plana Baixa son las comarcas de Castellón con más oferta de viviendas en alquiler, de más a menos, en el portal Idealista. Los precios han subido de manera generalizada.
- Como curiosidad, en el portal de internet Idealista el alquiler más caro de Castellón son 6.000 euros por un ático dúplex de lujo con garaje en la urbanización de Platgetes, con una terraza de 60 m2 con vistas al mar y zonas comunes con varias piscinas y pistas de pádel.
- El más barato de la provincia es una casa de tres habitaciones en la Serratella, en el pueblo, por 280 euros al mes; y por precios similares, estudios de una habitación en Alcossebre o Benicarló.
Solvencia
Otro rasgo distintivo es que «para este otoño-invierno notamos que ha cambiado el tipo de perfil del cliente. Para cada vivienda en alquiler que entra o queda libre, tenemos entre 10 y 15 clientes de perfiles con buenas nóminas y contratos indefinidos, tanto nacionales como extranjeros. Y antes te costaba encontrar un buen perfil. Ahora la gente se ha tirado a los alquileres y como hay tanta demanda y poca oferta, suben los precios», indicaron desde la consultora burrianense.
Fernando Falomir, de la inmobiliaria Aincas, expresó que «sí se ha notado cierto incremento de precios en Vila-real, que es uno de los más demandados después de Castelló. En la capital, un piso similar puede costar entre 150 y 200 euros más de diferencia. Y en otros municipios próximos, si una vivienda se alquilaba por 400 al mes ahora se ha subido a 500. Una de un nivel medio-alto, como una vivienda dúplex, se puede arrendar por 750 euros. La oferta se ha reducido y se nota en los precios, que se encarecen».
Acceso al crédito
José Manuel Esteban, gerente de siglo XXI, valoró que la dificultad de acceso al crédito, «que crece a pasos agigantados, pues o bien la entidad cierra el grifo o aumenta el ratio de solvencia», disuade de la compra. Y por otro lado, las medidas «proteccionistas» en el alquiler --como el límite a la subida del IPC del 2,5 cuando en general ha subido un 11%--, «no incentiva que los propietarios saquen propiedades para arrendar y la oferta es cada vez más escasa», dijo.
Para Esteban, «ambos factores son un cóctel que favorece la subida de precios. Hay propietarios que piden 600 o 650 (por lo que antes era 500 euros al mes, lo que es un aumento de entre 50 y 100 euros) por vivienda fuera de la capital, en localidades como Vila-real. Por norma oscilan entre los 350 y los 600 euros. En Burriana, Almassora Vila-real... quien está de alquiler es más por motivos laborales, si te alejas más de la capital el alquiler es más barato».
Más claves
- De 50 a 100 € más. El incremento medio general estimado en la capital Castelló ronda el 12%; y en municipios próximos, el 10%: de 50 a 100 euros más al mes.
- Por si acaso...El seguro de impago va en razón del precio del alquiler. Su coste anual suele ser inferior a un mes de alquiler (si es de 600 € pues igual cuesta 400).
- Pese al temor a la morosidad, existen más candidatos con solvencia que antaño. Pero aún con inquilinos con contrato fijo existe incertidumbre.
Piso que entra, piso que se alquila
En general, desde el sector apuntan que, piso que entra, piso que se alquila, aunque las condiciones no sean las más óptimas. Todo ello es porque la demanda está en curva claramente ascendente.
«Si vamos a una vivienda más nueva, como un piso cuya construcción data entre los años 2005 y 2007 con plaza de garaje y trastero, ronda los 580 o 600 euros. Y antes era más cercano a 500 que a los 600. En nuestra oficina detectamos que hay mucha demanda. Los clientes pasan, se informan y vuelven porque no hay apenas oferta», indicó Esteban.
Con todo, debe haber límites. «Existe un tope porque al final las nóminas son lo que son. Si viene alguien que cobra 1.200 euros al mes y se le va la mitad del salario, pues la gente se lo piensa o vuelve a casa de los padres si es necesario», relataron.
Temor a no cobrar
Otro fantasma que planea, para el propietario, es el miedo a alquilar y no cobrar. Se alquila solo si es a alguien de confianza, pero nunca se sabe. En Castellón ya es habitual contratar un seguro de impago, algo que antes era propio de las grandes urbes. Un tercio de los contratos de alquiler que firmamos, lo elige. El precio que paga el dueño suele ir en función del precio de alquiler y la tarifa de cada compañía, pero suele ser una cuantía inferior al coste de una mensualidad. Por ejemplo, para un alquiler de 600 euros mensuales, serán 400 al año. En ciertos casos cubren la reclamación de deudas y desahucio. Las compañías tienen medios para comprobar la solvencia del inquilino y piden desde nóminas a declaraciones trimestrales si son autónomos.
