Compartir una vivienda no es solo cosa de jóvenes, estudiantes o trabajadores de temporada, como maestros o médicos. La vida es más cara y en los últimos tiempos se ha ampliado el perfil del usuario. El mercado del coliving, el peldaño más económico para independizarse, también ha subido los precios.
Aunque las ofertas se gestionan más entre particulares, las inmobiliarias de la provincia detectan cada vez más personas solas de mediana edad o parejas que acuden a ellos en busca de información. El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en Castellón, Francisco Nomdedeu, valoró que «existe una tendencia a compartir piso como alternativa a los alquileres altos. Se unen dos economías o dos unidades familiares, sobre todo matrimonios jóvenes que son amigos y llegan de otra población. Se conocen y quieren reducir gastos viviendo en el mismo piso».
Rehacer la vida
Pero hay otros casos. «Como una madre y una hija que ambas trabajan y comparten piso de alquiler; o personas separadas que se van a vivir con otro familiar que está solo, etc. Ahora se da más esta tendencia y, cuando ya se consolidan en el trabajo, se marchan a su propia vivienda», explicó Nomdedeu. Navegando por las redes se ven anuncios curiosos, como un inmueble de la capital con ocho habitaciones y amplias zonas comunes a compartir: cocina, terraza,...Pero no todas son tan espaciosas. Y a la inversa, en internet se presentan autocandidaturas a inquilinos, desde una pareja joven a una mujer de 54 años, que se atribuyen cualidades de buenos convivientes y de limpieza, y están dispuestos a pagar por una habitación entre 200 y 300 euros en Castelló.
Estudio del perfil y cambios
Según un estudio de Fotocasa, compartir piso en España cuesta de media 423 euros al mes, un 22,3% más que en el 2017 y un 64% que en el 2015. «Nunca los precios han sido tan altos. Es una gran problemática que dificulta uno de los accesos a la vivienda más empleados», destaca María Matos, portavoz de Fotocasa. Las autonomías más caras son: Cataluña (516 euros), Madrid (475), País Vasco (414), Aragón (345) y Comunitat (339). Desde la inmobiliaria Área Vivendi, Juan Carlos Rodríguez confirma el interés al alza por el coliving, «sobre todo de parejas». Coincide Fernando Falomir, de Aincas, quien detecta «más demanda de pisos para compartir». Y desde Siglo XXI, José Manuel Esteban, añade que «se da más en Castelló capital. El alquiler de habitaciones, que fue frecuente a principios del siglo XXI con el fenómeno migratorio, vuelve. Pero también hay quien quiere dejar el piso compartido y recuperar su intimidad viviendo solo en otra población más barata».
