El fallecimiento de un ser querido es uno de los peores tragos por los que puede pasar una persona. Ana perdió a su padre el pasado 17 de septiembre en Benicàssim, donde su familia, natural de un pueblo de Teruel, tiene un apartamento y recordará con especial amargura este momento, no solo por la muerte de su progenitor, sino por las circunstancias en las que se desarrolló el velatorio. “Quiero denunciarlo porque no me gustaría que lo viviera otra persona”, lamenta.

Ana destapa que el velatorio en el tanatorio de Castellón se prolongó durante la friolera de 50 horas, con un coste de 4.000 euros. La razón de estas cifras no es otra que la ausencia de Policía Sanitaria Mortuoria los fines de semana en la Comunitat Valenciana, lo que imposibilita el traslado del cadáver entre comunidades. “Mi padre podría haber ido a Valencia o a Alicante, pero no a Teruel, por lo que se tuvo que quedar en Castellón desde que falleció a primera hora del sábado hasta el mediodía del lunes”, recuerda.

Pese a los elevados emolumentos del sepelio en cuestión, la protagonista afirma que “el dinero al final es algo secundario. El principal problema está en los daños emocionales y personales causados por estar tantas horas en un tanatorio que no le correspondía”. Prosigue Ana con su alegato de la siguiente manera: “Esos más de dos días allí fueron una auténtica tortura para la familia, sin poder estar rodeados de familiares y amigos en momentos tan difíciles, obligados a alargar el sufrimiento tras el fallecimiento repentino de un miembro de nuestra familia. Un agotamiento completo tanto físico como anímico”.

No entiende la hija de la víctima cómo es posible que “una comunidad tan turística como la valenciana no tenga ninguna persona en Sanidad que se encargue de autorizar ese traslado. Al final solo nos hacía falta un cuño y es inhumana la espera”. Ana, que ha presentado ya reclamación a la Dirección Territorial de Castellón y la Policía Sanitaria Mortuoria para que no se repita esta situación afirma que la contestación de los organismos correspondientes ha sido la siguiente: “Ya estamos así mucho tiempo y por el momento no se ha cambiado nada”.

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