El secretario general de la patronal cerámica Ascer, Alberto Echavarría, puso ayer números al impacto que tienen los costes energéticos. Las previsiones son que en el 2022 «se alcancen los 2.400 millones de euros de gasto para un sector que factura 5.000 millones de euros, lo que supone que el 50% de los ingresos de las ventas van para la factura energética». Por eso considera que la rentabilidad de las empresas «está amenazada si no hay ayudas de inmediato». En cuanto a los precios del gas, las previsiones apuntan «a que seguirán en niveles altos los dos próximos años y luego seguirá en un entorno volátil» por lo que es necesaria la aplicación de medidas desde las administraciones. Echavarría expuso que situaciones como el presunto sabotaje de los gasoductos Nord Stream, que hasta ahora suministraban energía desde Rusia a Alemania, «no contribuyen a relajar» la situación de los precios.
Si en las últimas jornadas se había logrado estabilizar el precio del gas por debajo de los 200 euros por megavatio hora en el mercado de referencia para Europa, el TTF holandés (este verano llegó a estar por encima de los 300), los últimos días se han detectado incrementos en el precio a medida que se han ido conociendo más detalles de este suceso, relacionado con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
El mercado TTF es el precio de referencia para la mayor parte de contratos que se realizan con clientes industriales. Existen otros, como el Mibgas, que tradicionalmente se movía en unos precios muy parecidos a la referencia holandesa, pero que en los últimos meses se sitúa muy por debajo. Fuentes del sector indican que pese a esta circunstancia son pocos los contratos que se firman con este baremo. «Hay unos acuerdos signados con unas condiciones que hay que cumplir», señalaron. Sobre este asunto también habló el lunes el entonces ministro de Transición Ecológica de Italia, Roberto Cingolani, quien en la jornada inaugural de Cersaie hizo referencia al grado de exposición que tiene el TTF a los ataques especulativos, lo que da como resultado un incremento de precio que afecta a los sectores industriales gasintensivos.
Rebasa las peores previsiones
Las cifras aportadas por el secretario general de Ascer en Cersaie sobrepasan con creces las previsiones apuntadas por la organización el pasado mes de julio, cuando lanzaron un informe sobre energía. Hace tan solo unos meses calculaban que el impacto sobre la facturación total iba a ser de 2.000 millones de euros, pero las estimaciones no paran de crecer a medida que avanza el precio de la energía. Dentro de este apartado también se encuentra el mercado de emisiones de CO2, que también sufre por la especulación.
