El Periódico Mediterráneo

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El reportaje del domingo

El mercado de la producción ecológica y ‘bio’ avanza en Castellón

Hay grupos de consumo que compran verduras y frutas cultivadas con métodos respetuosos con el medio ambiente en pequeñas plantaciones

Visita educativa a l'Horta del Rajolar para conocer la agricultura ecológica. MEDITERRÁNEO

No es como quien planta tomates o aguacates en su pequeño huerto para repartir entre familiares y amigos. Es más. Es un modo de vida. Agricultores y algún que otro ganadero de Castellón han conseguido sacar adelante sus proyectos de producción ecológica y vivir de ello. Cultivan pequeñas parcelas, donde ven la luz frutas y verduras cultivadas solo con abonos orgánicos y de la manera lo más respetuosa con el medio ambiente. O pequeñas producciones. Y hasta en el reparto buscan la sostenibilidad y muchos utilizan la bicicleta tradicional o la eléctrica, dependiendo del pedido.

Infraestructura sencilla

Muchos ni tienen empleados, o muy pocos, y entre ellos y sus clientes (pequeños comercios, restaurantes, pero sobre todo particulares) no hay intermediarios. E incluso muchas de estas familias de Castellón que apuestan por la comida bio y eco de proximidad realizan los encargos de manera individual o también colectiva -organizados en grupos de consumo- e incluso financiando por adelantando el proyecto: con cajas de alimentos a cambio de una aportación económica también periódica.

Molino donde se elaboran harinas ecológicas en altura MEDITERRÁNEO

Desde el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana (CAECV), que acaba de celebrar su I Semana Ecológica (del 19 al 25 de septiembre), respaldan a este sector que lleva ya años pero cuyo producto parece consolidarse día tras día, ganando en reputación y en competitividad de precios. Recientemente, el CAECV ha conseguido que la Generalitat puntúe más en sus licitaciones la compra de producto de agricultura ecológica de proximidad para hospitales, comedores de colegios, etc...

El presidente del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV),Vicente Faro, a preguntas de Mediterráneo, incide en que «los consumidores prestan cada vez más atención a cuestiones medioambientales, sanitarias, sociales y éticas y, ahora más que nunca, buscan valor en los alimentos. Quieren alimentos frescos, menos transformados y de fuentes sostenibles». Por ello, añadió, «el mercado de alimentos ecológicos seguirá creciendo y es preciso seguir fomentando la agricultura ecológica».

«El consumidor cada vez busca más valor en los alimentos. Quiere que sean frescos y menos transformados»

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Los ejemplos en Castellón abundan y van desde los más sencillos, como la harina ecológica exclusiva de Sivia y Borja, de L’Era, toda una experiencia en la que combinan el grano de sus tierras heredadas en Teruel pero tratadas luego en el molino comprado en Altura, y sede del reparto de la infinidad de variedades que generan para el mercado de particulares y profesionales. O también los hay que son más que un proyecto agrario, pues lo combinan con las visitas didácticas a adultos y a escolares, con el traspaso de valores, con el agroturismo y con la formación a nuevos aspirantes.

En Eslida se elabora un queso 'bio' y cuentan con tienda propia en la montaña Noelia Martínez

Agenda de eventos

Según el informe de CAECV, en los últimos 10 años (2011-2021), la superficie certificada en la Comunitat como ecológica ha subido un 134,5%, al pasar de 65.461 hectáreas a 153.503.Casi el 90% de municipios de Castellón, Valencia y Alicante, tiene algún tipo de cultivo ecológico; la media de edad de quien se incorpora es de 48 años y crece la presencia de la mujer.  

«De la agricultura sí se puede vivir, pero hay que evitar errores del pasado con el monocultivo de cítricos»

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En breve, Castelló y Betxí acogerán sendos eventos vinculados a esta temática. En la capital de la Plana, se celebrará del 6 al 8 de octubre la asamblea del I Encuentro Anual de la Red de Municipios para la Agroecología (Cambiar la alimentación para mejorar el lugar donde vivimos). Y en Betxí, el próximo 7 de octubre se celebrará una jornada «para reivindicar una agricultura más justa y sostenible», dentro de la III Setmana de la Sostenibilitat de Betxí. El programa incluirá una exposición fotográfica; experiencias prácticas en un taller participativo; y feria de productos en la plaza Mayor.

«En Europa valoran mucho el producto ecológico»

Thomas Laimgruber, austríaco, (40 años) lleva en Caudiel trabajando el campo desde el 2007. Estudió FP de Economía de Empresas, ha viajado y ha hecho voluntariado. Encontró el proyecto de Mas de Noguera donde trabajó de pastor; junto a su pareja, educadora ambiental. Decidieron desarrollar su proyecto de vida y viven de ello. «Primero nos dejaron cultivar tierra en desuso, pero de buenísima calidad y con agua increíble», recuerda. Ahora tienen dos hectáreas y han creado una empresa. «Solo repartimos a un restaurante. El resto son grupos de consumo: familias o personas que se juntan y contratan al agricultor tres meses por delante. Invierten y sabemos que lo que plantamos está vendido. A cambio al cosechar tienen una caja de ocho productos cada dos semanas. Servimos a Montanejos, Segorbe, Benicàssim, Eslida, etc.», relata.

«En mi familia se producía leche; y en la de mi mujer, huertos de cítricos», Tomas Laimgruber. MEDITERRÁNEO

«El cultivo local reduce la huella de carbono»

Manolo Bacas y María Gual han impulsado Ecograu, con huertos en el Grau y Cabanes, y más de 60 variedades de frutas y hortalizas ecológicas. Él es excomercial y su mujer, ingeniera agrícola. Tienen 40 y 41 años. Empezaron con una finca familiar, arrancaron los naranjos. Hace ya 10 años. «El 95% de clientes son particulares, no hay intermediarios. Nos compra alguna tienda pequeña pero sobre todo particulares: el lunes nosotros recogemos y encajamos y empezamos a repartir (con bici) el lunes, Grao y Castelló; y martes, Burriana, Benicàssim, Vila-real, Almassora,». «Trabajamos poco volumen de tierra porque si no los costes serían diferentes. El campo puede dar de vivir».

«Aceptamos un máximo de 60 pedidos a la semana», Manolo Bacas. Gabriel Utiel

«El agricultor debe recibir un precio justo»

La Horta del Rajolar es un especial proyecto en Betxí del que forman parte Óscar Górriz, Faustino, Marc, Juan Miguel y Albert, los productores del vivero. Esther Paulo es coordinadora; y Alba Remolar y Cristian Olivares son los técnicos de educación del proyecto Llaurant Un Futur Sostenible. «Contamos con un laboratorio de experiencias agroecológicas», relata Esther. «Recuperamos terrenos de la huerta tradicional, abandonados, aportando soluciones participativas. También cedemos terrenos a agricultores/as de la zona para cultivos sostenibles, fomentar la biodiversidad y el patrimonio cultural». Abogan por crear empleo y dar la oportunidad de un consumo ético y saludable.

«Nuestra cajas son una opción ética para el consumidor», Esther Paulo. MEDITERRÁNEO

«Uso placas solares y pienso no transgénico»

Desde su granja en Eslida, Marta Paulo apuesta por productos sostenibles y lo más naturales posibles. «Nuestra cabras no comen pienso transgénico, es bio. Hace ya un tiempo que apostamos por un producto de más calidad», declara la empresaria ganadera. Y además con la leche de esas cabras (que tienen desde hace 26 años) los quesos que han comenzado a producir hace 10 meses, se hacen con maquinaria que funciona con energía solar, con placas fotovoltaicas. «Las instalamos hace seis o siete años porque vivimos en la montaña y aquí no nos llega la luz», manifestó. Ella tiene 57 años pero su hijo, de 27, también sigue con el negocio tradicional familiar en La Caseta d’Espadà. 

«La leche no tiene precio. Y elegimos crear nuestro queso», Marta Paulo. MEDITERRÁNEO

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