La fecha es el 17 de octubre. A partir de ese día, siete municipios de Castellón tendrán distribuidas a lo largo de su término municipal las espectaculares sillas de cuatro metros de altura que ya han generado una gran expectación en la provincia. Unas instalaciones que sirven como metáfora de lo que es la esencia profunda del pueblo: la vida de calle compartida con vecinos y vecinas.
Son las localidades que forman la Plana de l'Arc, les Coves de Vinromà, la Torre d’en Doménec, Vilanova d’Alcolea, Benlloc, Vall d’Alba, Cabanes y Vilafamés, las que contarán con estas sillas, hechas por una carpintería de Valencia con pino y cuerda de cáñamo natural. El proyecto ha sido llevado a cabo por photoAlquimia, un estudio de Madrid.
Turismo sostenible
El objetivo de esta iniciativa, como explica Carlos Jiménez, creador de este concepto, es potenciar la vertiente de «turismo sostenible y slow» de estas localidades de la Plana Alta. «Es un símbolo identitario de la zona y, al mismo tiempo, es un elemento que invita a parar y reflexionar, especialmente ahora en un contexto internacional tan loco», comentan desde el estudio.
En este bonito proyecto también se pretende implicar a los habitantes de estos municipios, que pueden participar del encordado de los asientos. Para llevar a cabo tan delicada tarea contarán con los consejos de Tomeu Perelló, maestro de este arte que ha llegado a Castellón desde Mallorca.
El sábado 15 de octubre será la oportunidad para verlas todas juntas antes de que ese próximo lunes se separen rumbo a sus respectivos municipios. El lugar en el que se podrán contemplar es la Plaça dels Hostals de Cabanes.