Una vez más, los números correspondientes a las exportaciones de la cerámica arrojan datos que pueden inducir a confusión. El Ministerio de Industria dio a conocer ayer los datos del mes de agosto, que muestran una facturación para el sector de 327,05 millones de euros. Se trata de un incremento del 13,84% respecto al mismo mes del año anterior. Pero si se analizan las estadísticas de comercio exterior desde otras variables se aprecia la debilidad que sufre en estos momentos la principal industria provincial. A la ahora de ver los kilos exportados, se revela cómo se ha producido un retroceso del 16,47%. En agosto del 2022 se comercializaron al extranjero 585,8 millones de kilos, por los 701,3 del 2021. Un frenazo que concuerda con los datos aportados hace apenas dos semanas por la patronal azulejera, Ascer, que advertía de que el incremento de la facturación en los primeros siete meses del año sumaba 2.732,4 millones de euros, con el aumento de un 28,9% respecto al mismo periodo del año anterior, pero que en cambio el número de metros cuadrados enviados a exportación había descendido.
Inflación
La causa de estos datos aparentemente contradictorios hay que encontrarla en la inflación: las fábricas han tenido que repercutir en el precio de sus productos parte del aumento del coste del gas y materias primas, por lo que ingresan más dinero por vender menos. A su vez, los márgenes de las azulejeras se han reducido, ya que los empresarios señalan que no han podido trasladar todos los sobrecostes en su precio de venta.
Otro indicador negativo de la actual coyuntura de la cerámica tiene que ver con la producción. Los datos de agosto apuntaron un descenso del 32,7% respecto a agosto del 2021, mientras que el acumulado anual ya experimenta una caída del 10,4%. Es el sector industrial de la Comunitat con peores números.
