El goteo de licitaciones de obras públicas que han quedado desiertas va a más en la provincia de Castellón. La cifra aumenta exponencialmente mes a mes en la provincia, sobre todo desde que se originó la guerra en Ucrania y se disparó la inflación, a finales del mes de febrero.
Así lo evidencian los datos recopilados por la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón (Apecc) y la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). Un total de 31 obras públicas no han tenido ninguna oferta durante el procedimiento de contratación o, lo que es lo mismo, han quedado desiertas en lo que va del 2022. Su valor asciende a 11.964.094,60 euros y representa hasta un 23,4% del presupuesto de las actuaciones de construcción impulsadas por las administraciones en la provincia.
Única
Mientras, otros 34 proyectos por valor de 7.188.969 euros --el 25% de la inversión-- apenas han recibido una sola oferta por parte de las mercantiles.
Resultados todos ellos que evidencian el bajo interés existente por parte de las compañías privadas en la obra pública, a diferencia de lo que venía ocurriendo en los últimos años.
Desde la junta gestora de Apecc sostienen que dichas cifras son completamente «inéditas» y «desproporcionadas» para el territorio provincial, ya que «históricamente las licitaciones han estado muy concurridas». Los motivos para el clúster de empresas constructoras resulta claro y es que «los precios que se ofrecen siguen siendo bajos, ya que muchos forman parte de proyectos realizados durante el 2021 o incluso antes y no se han corregido», afirman.
«Las administraciones no han tenido la sensibilidad de revisar los precios ante una importante subida de los costes a las compañías en un escenario de inflación», sentencian desde Apecc, instando a tomar medidas al respecto para evitar que nuevos concursos públicos queden desiertos.
Y es que, las materias primas han experimentado un importante encarecimiento, a diferencia de lo que ha ocurrido con las licitaciones. El Instituto Nacional de Estadística (INE) constata una subida de precio de hasta 67 puntos en su índice en menos de dos años en productos como el aluminio. No se libra de este fenómeno ni la madera ni el cemento ni tampoco la energía, cuyos precios actuales también afectan notablemente al sector de la construcción.
En riesgo
El presidente de la patronal nacional, Pedro Fernández-Alén, valora que la situación en estos momentos resulta «muy compleja para miles de constructoras, especialmente pequeñas y medianas, como muestra la cantidad de licitaciones que están quedando sin cubrir en toda España, cuando históricamente no se han registrado obras desiertas».
«Muchas constructoras se están viendo obligadas a trabajar a pérdidas o, directamente, a echar el cierre», alerta Fernández-Alén. Desde la entidad instan al Gobierno a introducir de forma «urgente» normativas de revisión de precios «más ambiciosas» y adecuadas al contexto de inflación actual pues consideran «insuficientes» los esfuerzos del ejecutivo central.
En concreto, piden incluir en los contratos cláusulas que incorporen los precios «descontrolados» de la energía y otros materiales, cuyo impacto representa hasta el 30% de los sobrecostes totales, según cifran.
De hecho, el sector reivindica su relevancia tanto por el empleo generado como cara a la ejecución de los proyectos financiados por parte de los fondos europeos de recuperación.
