El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ECONOMÍA

La histórica caída de la cosecha de aceituna en Castellón empuja al agricultor a dejar la producción en el árbol

La producción baja un 85% y el precio del aceite de oliva no cubre el coste del gasóleo

La cosecha de aceitunas de este año es una de las más bajas de la historia. MEDITERRÁNEO

Un gesto tan cotidiano como preparar una ensalada y aliñarla con un chorro de aceite de oliva saldrá este año más caro que nunca. Y si uno pretende que ese oro líquido sea de Castellón se va a quedar con las ganas. Las lluvias y humedades de la pasada primavera, unidas a las elevadas temperaturas de mayo y junio, han provocado una drástica reducción de la cosecha de aceitunas hasta el punto de que en municipios como Canet lo Roig, Xert o Sant Jordi hablan de una merma de la producción de entre el 80 y el 85%.

Quienes en el Maestrat y el Alto Palancia, las dos grandes comarcas productoras de Castellón, se dedican al cultivo del olivo aseguran que nunca antes habían visto una producción tan raquítica. Hay agricultores que el año pasado recogieron 25.000 kilos de aceituna y este año ni siquiera van a llegar al centenar. Otros dan por sentado que ni siquiera van a tener aceite para consumo propio y los hay que se plantean dejar la aceituna en el árbol porque los gastos de recogerla van a ser muy superiores al dinero que van a sacar por el oro líquido.

Hilari Jaume, productor de Canet lo Roig y responsable de la sectorial de aceite de oliva de la Unió Llauradora i Ramadera es uno de los muchos agricultores que sopesa dejar la aceituna en el árbol. «Valdrá más el gasóleo que el aceite que sacaré», resume. Y eso que este año la cotización está alcanzando cifras elevadas. Los últimos datos del Sistema de Información de Precios en Origen del Aceite de Oliva (Poolred) revelan que los precios ya superan los 4,5 euros por kilo para el virgen extra. «La tendencia es claramente alcista, pero el problema es que la cosecha es tan sumamente baja que en absoluto compensa. Y más teniendo en cuenta que los costes están por las nubes por el alto precio de la energía», argumenta Jaume.

En temporadas normales, la recogida de la aceituna comenzaba a mediados de octubre y se prolongaba hasta bien entrado el mes de febrero, pero este año las cosas son totalmente diferentes. Hay cooperativas (la inmensa mayoría de los productores pertenecen a una de estas entidades) que prevén tener toda la aceituna molida y prensada antes de mitad de noviembre y otras que intentarán alargar la temporada abriendo solo uno o dos días a la semana, cuando lo habitual es trabajar todos los días. «Lo de este año es excepcional e incluso es más que probable que haya cooperativas que decidan no abrir en toda la campaña porque no les va a resultar rentable», añade el responsable del sector de la Uni Llauradora, que augura que encontrar aceite made in Castellón en los puntos de venta habituales (mercados centrales, ferias agrícolas, carnicerías, fruterías... ) será prácticamente una misión imposible. 

Pérdidas millonarias

En el Baix Maestrat se concentran buena parte de los 10.000 productores de aceite que hay en la provincia, y en el Alto Palancia la situación es idéntica. «La cosecha de este año va a ser la más baja de la historia», resume Fernando Marco, gerente de la cooperativa de Viver, con unos 500 asociados, y que cifra la caída de la producción en un 85%. En esta comarca, a la climatología adversa se ha unido los afectos del incendio que el pasado mes de agosto calcinó más de 19.000 hectáreas de terreno. «El último golpe nos lo dio el fuego de Bejís, que afectó al 10% de la superficie agrícola», añade el máximo responsable de una entidad que hace tan solo unos días recibió uno de los premios 9 d’Octubre.

Castellón se quedará esta temporada sin oro líquido y las organizaciones agrarias ya han hecho números. La Unió estima que solo en la provincia las pérdida superarán los 22 millones de euros, mientras que en el conjunto de la Comunitat los productores dejarán de ingresar unos 70 millones de euros. «La caída de la producción es generalizada en todo el territorio valenciano, pero en Castellón las cifras aún son más desastrosas. «En nuestra provincia estamos hablando de una merma que supera el 80% siendo muy optimistas, mientras que en Valencia el porcentaje es del 74% y, en Alicante, del 68%», dice Jaume. 

Compartir el artículo

stats