El grupo cerámico STN (antigua Stylnul y Cerámica Nulense), la segunda mayor compañía española en volumen de producción cerámica (y séptima mundial, según el ránking de CWR), ha ordenado el apagón de todos sus hornos como consecuencia de los altos precios del gas y el exceso de estoc ante las dificultades que viene encontrando a la hora de dar salida a sus productos en el mercado.
El parón, que comenzó a ser efectivo a partir del turno de las diez de la noche de ayer, obligará a la reorganización laboral de los casi 1.000 trabajadores que operan en el global de las plantas que el hólding tiene distribuidas en varios términos municipales, como Moncofa y Nules, además de tener presencia en Vila-real.
Este apagado será temporal, con la previsión inicial de restablecer la normalidad a partir del próximo 2 de noviembre, según explican fuentes internas de la compañía. STN no tiene en curso ningún procedimiento de regulación temporal de empleo y todos los empleados continúan acudiendo a sus centros de trabajo, además de favorecer permisos y vacaciones voluntarias a cuenta en tanto continúe esta situación, explican las mismas fuentes.
Urgencias
Es una decisión que deja bien patente la situación de asfixia que vive el sector cerámico. Las empresas comenzaron a presentar expedientes de regulación temporal de empleo meses atrás ante las perspectivas de afrontar un otoño-invierno muy difícil lastrados principalmente por el incremento de precios de la energía. Insistieron una y otra vez ante la Administración para que tomara medidas con ayudas directas para no tener que activar los ERTE, pero lo que comenzó siendo una petición ahora se ha convertido en una urgencia, en una prioridad máxima, como demuestra todo lo acontecido en las últimas semanas.
Las histórica Todagres anunció el cierre total. La anulación de su presencia en la feria Cersaie, con el estand ya montado, fue el prólogo de un ERE para el cierre de la compañía. Sus propietarios, el grupo murciano Fuertes, acabó tirando la toalla al no poder superar los problemas económicos que arrastraba la mercantil de Vila-real en los últimos ejercicios. Los representantes de la empresa justificaron la medida en las pérdidas acumuladas y presentaron la documentación para el despido de toda la plantilla. El 90% saldrá en noviembre, mientras que el resto lo hará antes del 31 de diciembre.
En parecida situación están Eneacer y Struker Porcelánico tras solicitar concurso de acreedores, mientras que Azulejera Alcorense ha apagado sus hornos para siempre y recolocarán al 70% de la plantilla (53 trabajadores) en otras firmas del Grupo Pamesa.
