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las prácticas de los estudiantes del área de Sanidad están garantizadas pero se necesitaría el doble de contribuciones para ampliar cursos

La crisis da pie a donar cuerpos a la ciencia para costear el entierro en Castellón

La provincia acumula 51 donaciones desde el inicio del programa. El 95% es decisión de las familias, con el altruismo o la economía como motivaciones. Transcurridos dos años, la UJI paga los gastos de incineración y entrega las cenizas a los parientes

Estudiantes del área de Salud de la UJI, en la Sala de Disección, en unas prácticas para formarse como sanitarios. Mediterráneo

Con la festividad de Todos los Santos a la vuelta de la esquina, el 1 de noviembre, los profesionales de la Sanidad dedicados a la docencia en Castellón hacen un llamamiento para pedir que se donen más cuerpos de personas fallecidas a la ciencia. Supone una contribución a la formación de futuros médicos y enfermeras; y un ahorro en cuanto al entierro, en plena inflación, dado que la Universidad asume los gastos posteriores de incineración.

La coordinadora del Programa de Donación de Cuerpos a la Ciencia de la UJI y de la Unidad de Docencia Anatómica, Alba Coret, relató que en Castellón, desde que se puso en marcha el programa, se han efectuado 51 donaciones. Son pocas, «quizás por desconocimiento de la sociedad, y más con una facultad de Ciencias de la Salud relativamente joven, con 14 años, en comparación con otras como la del País Vasco, donde ya es práctica habitual», citó. 

Es necesario duplicar las donaciones para ampliar la formación

Doctora y cirujana en el Hospital General de Castelló, Coret detalló que cuentan con un fondo suficiente para las prácticas, «pero nos llegan las donaciones justas, para los estudiantes de Grado. No vamos sobrados. Tenemos alumnado de Medicina, Enfermería, Medicina del Deporte,...Si nos llegan cinco cuerpos al año lo idóneo sería duplicar, y llegar a diez. Tenemos un curso de especialización de cirugía oncológica, pero no podemos organizar otros para traumatología, ginecología, etc.».

La cifra de donaciones en 2022, por ahora, con cinco cuerpos, ronda las cifras prepandemia de seis, del 2019, tras caer en picado durante el covid, con el riesgo de contagio de fondo en aquel entonces, con una en el 2020 y dos en el 2021. Quien da el paso, «no sabemos si es por altruismo, motivos económicos, ambos, etc. Creemos que ha podido influir la campaña de difusión entre la sociedad y con cartelería en hospitales, el verano pasado. Intentamos potenciarlo», manifestó Coret.

Tras el fallecimiento, avisar de inmediato a la Universidad

Sobre el procedimiento, nada más fallecer, la familia debe llamar primero a la UJI, y la universidad ya avisa a la funeraria y asume los gastos del traslado, la serología,...Desde que se fija, el periodo de utilización son dos años. Al término, se contacta con la familia, y se costea la incineración y les entregamos las cenizas. Si quieren oficiar alguna ceremonia, esto sí corre a cargo de los parientes», concluyó. 

Las excepciones: donantes de órganos o con enfermedades infectocontagiosas

  1. No puedes donar tu cuerpo a la ciencia si al fallecer la serología es positiva, por enfermedad infectocontagiosa como VIH, hepatitis,...Al fijarlo no hay riesgo pero por protocolo no se acepta.
  2. Ser también donante de órganos es una limitación. No se puede aportar para investigación porque al abrir la vena cava o la aorta, para fijar los fluidos, el sistema circulatorio ya no está cerrado del todo.

El perfil: de 70 a 80 años; y los nuevos, jóvenes

«Es un acto de absoluta generosidad»

¿Quién dona su cuerpo a la ciencia en Castellón? Cualquier persona mayor de 18 años que lo haya decidido voluntariamente, sin enfermedad infectocontagiosa y que no sea donante de órganos, puede aportar su cuerpo a la ciencia. La coordinadora del programa en Castellón, Alba Coret, resaltó que el perfil actual son personas mayores, de entre 70 y 80 años de edad. Se aceptan también donaciones de los familiares, «que son el 95% y muy importantes». «A veces una familia lo decide porque su pariente se lo comunicó en vida pero no lo llegó a formalizar. Pero con los años preferiríamos la donación consentida en vida». indicó. 

«Es un acto de absoluta generosidad para que los estudiantes del área sanitaria y especialistas puedan formarse», resaltó. Hoy en día no es fácil, pues «un cadáver que se encuentra y no es reclamado se considera judicial, de modo que estos no se pueden aceptar como donación a la ciencia», dijo.

A raíz de la campaña de difusión, la UJI sí ha conseguido que más castellonenses decidan hacerse donantes y tramiten su carnet (contactando con la universidad en el teléfono 964 38 77 14) pero «son personas jóvenes que se presupone que aún tardarán años en fallecer. Es una base de donantes óptima, pero no para la próxima década». Y es que se requiere un esfuerzo de todos, pues «Castellón es líder en España en donación de órganos; pero en cuerpos a la ciencia todavía queda mucho recorrido». 


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