El Periódico Mediterráneo

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Los efectos de la recesión inmobiliaria iniciada en 2008

El ‘banco malo’ acumula casi 10.000 inmuebles sin vender en Castellón

Los impagos de créditos de la crisis del ladrillo elevan la cifra en casi 2.000 activos desde mayo

Imagen de la promoción que construye en Benicàssim la sociedad creada por la Sareb. EVA BELLIDO

Diez años después de su creación en 2012 para enjugar el desastre generado a partir de 2008 por el reventón de la burbuja inmobiliaria, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida como el banco malo acumula una cartera de 9.528 inmuebles sin vender en Castellón, de los que cerca de 2.000, una cifra de 1.808 se han incorporado en los últimos cinco meses, desde el pasado mayo, según los datos de la propia entidad.

El principal paquete de activos inmobiliarios asumidos en propiedad por la entidad son los incluidos en el capítulo residencial, con 2.683 viviendas y 2.138 anejos (trasteros, garajes...), mientras que los solares ascienden a 2.219.

Otro apartado que ha cobrado relevancia es el de las obras en curso, que incluyen 2.023 pisos, casas y otro tipo de activos. Dentro de las variaciones realizadas en su estrategia para monetizar de forma rentable las propiedades que quedaron en tierra de nadie por el impago de la financiación para su adquisición, el banco malo incluso ha puesto en marcha su propia promotora, en asociación con Aelca. Se trata de Árqura Homes, que concentra casi dos millones de metros cuadrados en terrenos en toda España, en los que construir unas 17.000 viviendas. 

Parte de esta línea de trabajo es, por ejemplo la promoción de 48 viviendas en el Carrer Quatro Camins en Benicàssim.

Suelo y naves

Además, la Sareb es la dueña de 2.219 unidades de suelo y 510 naves y oficinas destinadas a la actividad empresarial.

El total de todos los capítulos deja un guarismo que alcanza ya el pico de la cartera de la Sareb en Castellón, alcanzado a finales de 2020, con 9.680 activos inmobiliarios, pero también dobla casi los aproximadamente 5.000 con los que arrancó su actividad.

Es llamativo también el hecho de que Castellón supera por mucho la cartera de Alicante, que suma apenas 6.213 propiedades y, teniendo en cuenta el tamaño de la provincia de Valencia, muy superior al de Castellón, tampoco se queda tan lejos, ya que el banco malo tiene poco más de 14.000 inmuebles en el territorio vecino. 

¿Por qué aumenta la cartera?

Las razones por las que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria cuenta con un número tan elevado de activos inmobiliarios en suelo castellonense, estoc que, además crece, son diversas.

El coordinador de la junta gestora de la patronal de la construcción provincial, APECC, David Ruiz, ha explicado que, por un lado, la burbuja inmobiliaria afectó con especial intensidad a este territorio y, por otro, una proporción significativa de las viviendas o suelo que pasaron en un primer momento a manos de la Sareb tenían ya entonces características de nivel medio bajo, y son difíciles de vender, sobre todo con la evolución al alza de las especificaciones técnicas que ahora deben cumplir las casas y que antes no.

Del mismo modo, ubicaciones que hace una década eran atractivas para el mercado, ahora no lo son tanto. En cuanto al suelo, el representante de la patronal recuerda la planificación de múltiples campos de golf, que nunca se ejecutaron y pertenecen a la entidad. En cuanto al crecimiento de la cartera, el banco malo asumió en su momento no solo activos inmobiliarios, sino otros financieros, es decir, préstamos, que se habrán dejado de pagar en un determinado momento y tras el correspondiente proceso judicial han pasado a ser la propiedad física de la Sareb, añade Ruiz.

El conocido como ‘banco malo’, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), cuenta en estos momentos con 2.638 viviendas en propiedad en la provincia de Castellón, una cifra ligeramente inferior a la registrada hace cinco meses. De hecho, desde mayo la cartera de pisos o casas de la entidad pública en este territoriose ha reducido en 153, al contrario de lo ocurrido con otro tipo de inmuebles, como son las naves industriales que aumentan. 

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