Silvia López, gerente de los consorcios de residuos C1 y C3-V1, ha explicado en el Ecoforum que en materia de aprovechamiento de los residuos como recursos, la provincia de Castellón y el Camp de Morvedre avanzan hacia el cumplimiento de los objetivos mejorando la separación e origen, educando a la ciudadanía y reciclando con las tecnologías disponibles más avanzadas y adecuadas.

3 planes zonales

Los municipios de la provincia de Castellón se agrupan en tres Planes Zonales (C1, C2 y C3/V1), compartiendo el Plan Zonal del sur, el área de gestión con 16 municipios del Plan Zonal V1 (Camp de Morvedre). A diferencia de otras áreas de gestión, los 3 disponen de instalaciones de tratamiento para la totalidad de los residuos urbanos producidos en nuestros domicilios, como fracción orgánica o biorresiduo, poda o voluminosos, residuos de demolición y los asimilables a urbanos producidos en actividades económicas. Así, se contemplan instalaciones de transferencia en Almassora, Benlloc y Villafranca del Cid, tratamiento y eliminación en Cervera del Maestre, Onda y Algimia de Alfara y ecoparques fijos, móviles y áreas de aportación para tratar las 406.000 toneladas de RSU anuales producidas por aproximadamente las 743.000 personas de la provincia de Castellón y Camp de Morvedre.

Tecnología

Al ser una provincia altamente dotada de instalaciones de tratamiento y todas ellas tecnificadas, no hay que trasladar residuos entre provincias o entre planes zonales, lo que contribuye a reducir emisiones y huella de carbono. Todas estas plantas tienen las mejores tecnologías dividiendo el tratamiento en dos bloques, la parte seca y húmeda. En la parte seca hay un triaje para separar materiales como envases, papel cartón, voluminosos, que vengan mezclados y una vez separados trasladándolos a los gestores finales donde serán reciclados y reintroducidos a la cadena de valor y la parte húmeda, que es la orgánica recogida selectivamente como la fracción resto que se trata en tratamientos aerobios.

La directiva de residuos de 2018 modificó los objetivos de reciclado vigentes en legislaciones anteriores, de forma que a partir del 2035, no se podrá

superar el 10% de vertido y se deberá reciclar al menos un 65% de la totalidad de los residuos producidos. Ante esta situación y a pesar de que la provincia está totalmente dotada de las instalaciones necesarias para la gestión de los residuos urbanos, la tecnología actual que integra las Plantas de tratamiento no posibilitan cumplir estos nuevos objetivos legales de reciclado y eliminación porque fueron diseñadas para otros objetivos menos exigentes que los actuales.

De las 405.000 toneladas de residuos que se generan en la provincia se pueden recuperar en la actualidad 143.000 con las plantas actuales, llevando a eliminar al vertedero unas 182.000 y el resto se evapora. "En términos porcentuales ello supone que estamos reciclando un 54,88% y llevando al vertedero un 45,11%, lo que todavía nos aleja de los objetivos del 2031. Esta situación variará a partir del 2027 porque la directiva establece que el bioestabilizado ya no podrá contar como reciclado ni como eliminable, por lo que baja el porcentaje de reciclado y alejándose del objetivo del 65%.

Ante esta situación, señala, es necesario establecer medidas, desde la separación en origen hasta la generación del rechazo hasta su tratamiento previo al vertedero. En concreto, en la separación en origen en los hogares, para lo que es importante disponer de una buena educación ambiental. El plan integral de residuos de 2019 establece la obligatoriedad de que los municipios dispongan de educadores ambientales. Esto permite acercar a la ciudadanía los cambios en los que se va a actuar, tanto en la recogida en acera, como en ecoparques y plantas. En cuanto a la recogida en acera, se ha de hacer un diagnóstico de necesidades de los municipios y si la recogida que tienen están preparadas para permitir el cumplimiento de los objetivos y la recuperación casi total de los residuos. En este momento, la recogida selectiva supone el 22% de media provincial respecto de la totalidad de residuos, siendo los de C1 y C3 superiores a la media, por lo que aún hay camino disponible para seguir mejorando, sobre todo en la recogida de la fracción de biorresiduo. En la actualidad, tan solo 56 de los 135 municipios tienen implantada la recogida separada de biorresiduos de calidad. Además no supera el 6% de la fracción orgánica selectiva. "En recogida selectiva todavía tenemos un largo camino en el que actuar", ha señalado.

Separación en origen

"Hemos de mejorar la recogida en acera y ecoparque", señala. En este ámbito ha resaltado la importancia de informatizar los ecoparques para tener mejor control de datos poder aplicar descuentos a la ciudadanía en la tasa que incentiven la correcta separación. En el apartado de la educación ambiental también se puede trabajar para hacer partícipe a la ciudadanía de los cambios introducidos. En 2021 la Diputación Provincial de Castellón puso en marcha una red con 18 educadores ambientales a tiempo completo en municipios de menos de 5.000 habitantes. Solo en un año, incrementó la recogida en aceras y ecoparques un 19,79%.

Plantas

También ha hecho hincapié en la actualizar la tecnología de las plantas porque con el tiempo varía el marco del mercado, la legislación y materiales usados en la fabricación de productos que dan lugar al residuo. Para ello señala se precisa investigación y desarrollo de tecnología ser ágiles en la modificación de los contratos y las plantas deben ser versátiles para introducir las nuevas tecnologías y no trabajar con plantas obsoletas.

El ejemplo de Algimia de Alfara

Un ejemplo es la planta de Algimia de Alfara, señaló, que es la más eficiente de la Comunitat y de las más eficientes de España. En estos momentos está en 72,39% de reciclado y 27,6% de eliminación en esta planta, que está muy automatizada y en continua actualización pese a ser una planta del 2011. "Eso pone de manifiesto que mantener una planta viva ayuda en los porcentajes de recuperación", señaló.

Circuito de recuperacion de vidrio

También se ha referido al circuito de recuperación de vidrio para que, con la aplicación de tecnologías ópticas, se pueda incrementar el porcentaje de reciclaje y reducir el de vertido.

Reciclaje químico

Aun así, señala que la fracción rechazo sigue teniendo valor y ya hay materiales que por composición, colores, etc. que no se pueden recuperar o para los que no hay mercado y, de ahí, la aplicación de tecnologías de reciclaje de material y químico para recuperar entre un 25% y 30% de rechazo.